Tegucigalpa, Honduras.- A seis días de que se defina el futuro del Estatus de Protección Temporal (TPS), más de 55,000 hondureños en Estados Unidos viven con el corazón en un hilo, bajo una espera que se ha vuelto insoportable.
Muchos de ellos enfrentan la posibilidad de perderlo todo tras más de 20 años de construir una vida en suelo estadounidense.
Juan Flores, presidente de la Fundación 15 de Septiembre, alertó sobre la crítica situación que atraviesan los tepesianos, quienes están sumidos en la incertidumbre ante la falta de respuesta oficial por parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
“Estamos en una angustia total, recibimos llamadas de personas llorando, con pánico. No saben qué va a pasar con su vida en menos de una semana”, lamentó Flores.
El plazo del TPS vence el próximo 5 de julio, y cada hora que pasa sin una resolución aumenta la ansiedad de miles de hondureños que dependen de este estatus que permite acceder a servicios médicos, tener un empleo y mantener a sus familias.
Flores expresó con crudeza el impacto humano que tendría una cancelación del TPS.
“Tengo casos de hondureños ciegos que acá tienen un trabajo digno. Me dicen: ‘Juan, ya tengo más de 50 años, ¿qué voy a hacer en Honduras si me deportan?’. Otros están en tratamiento contra el cáncer. Sin el TPS, perderían su acceso al sistema de salud”, explicó el líder migrante.
Desde 1999, cuando se otorgó por primera vez este beneficio migratorio a raíz del huracán Mitch, más de 188,000 hondureños fueron amparados.
Con los años, el número ha disminuido por cambios de estatus, fallecimientos o retornos voluntarios. Hoy, el universo ronda los 55,000 beneficiarios, muchos de los cuales superan los 40 años de edad y no ven viable empezar de cero en su país natal.
El líder migrante fue contundente al señalar la ausencia de una política estatal de protección a la diáspora.
“Fallamos como país. En 20 años no hubo visión para proteger a quienes hoy envían más de 30 millones de dólares diarios en remesas y sostienen el 27% del PIB hondureño”, denunció.
A pesar de haber enviado más de 60 cartas a congresistas, senadores y alcaldes estadounidenses, la organización que lidera Flores no ha recibido apoyo ni respuesta oficial por parte del gobierno de Honduras.
“Necesitamos que nos muestren la solicitud formal de TPS que se entregó a la secretaria Kristi Noem. No se trata de hacer un show, sino de brindarle tranquilidad a miles de familias”, insistió.
El próximo sábado podría marcar el inicio de una pesadilla para miles de compatriotas. Si no se extiende el TPS, quedarían expuestos a la deportación inmediata.
“Hoy es diferente a 2017, con cualquier excusa, te deportan. Estamos en estado de indefensión. Y si esto sucede, Honduras recibirá a miles de ciudadanos que fueron olvidados por su propio gobierno”, advirtió.
Mientras la espera se acorta, el grito de auxilio de la comunidad tepesiana retumba más fuerte. El reloj avanza, y con él, la esperanza de que el gobierno estadounidense y hondureño actúen para el beneficio de miles de familias.
Acercamientos
Por su parte, las autoridades del gobierno hondureño han informado que han tenido acercamientos con los Estados Unidos para abogar por una ampliación del TPS.
La misma presidenta de la República, Xiomara Castro, recientemente informó que, durante la reunión sostenida con Noem en Casa Presidencial, uno de los puntos que se discutió con la funcionaria estadounidense fue solicitar una ampliación del TPS.
Las autoridades de Cancillería han explicado que en acercamientos con autoridades de la Embajada de Estados Unidos en Honduras se les informó que se podría avisar un día antes de vencer el plazo, es decir, el 4 de julio.
Por otro lado, de seguir el silencio de Estado Unidos, el TPS se ampliará de forma automática por seis meses, hasta el 5 de diciembre.
