Honduras no necesita una asamblea nacional constituyente, lo que requiere es que los gobernantes respeten y cumplan las leyes y no cambiarlas antojadizamente, declaró Ricardo Maduro, el expresidente hondureño (2002-2006).
En declaraciones a la prensa capitalina, el exgobernante confió que esta crítica la hizo saber en una plática tanto al presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa y al titular del Congreso, Juan Orlando Hernández.
Maduro les dijo que tampoco estaba de acuerdo con la destitución de los cuatro magistrados de la Corte Suprema de Justicia, porque eso era una injerencia de un poder sobre otro poder del Estado.
La asamblea nacional constituyente es promovida por el expresidente Manuel Zelaya y es la principal bandera de campaña de su esposa, Xiomara Castro, candidata presidencial del partido Libertad y Refundación (Libre), organización política que se creó año y meses después del derrocamiento de Zelaya en junio de 2009.
Maduro expresó su preocupación ante una eventual constituyente porque, en su opinión, “el país no la necesita”.
Lo que se requiere “es cumplir las leyes y no cambiarlas”, porque la Constitución vigente garantiza seguridad, salud, educación y otros servicios, subrayó el exgobernante.
Dirigentes de Libre, entre estos el expresidente Zelaya, le han vendido al pueblo hondureño que cambiando la Constitución se resolverían los problemas de Honduras, pero en esencia lo que busca es cambiar los artículos pétreos que prohíben la reelección presidencial en Honduras.
Cuando Maduro se refiere que lo que requiere el país es cumplir las leyes y no cambiarlas, está aludiendo la conducta del Poder Legislativo que en la legislatura pasada promovió siete reformas a la Constitución de la República, tres de las cuales fueron declaradas inconstitucionales por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, lo que provocó su destitución por parte del Congreso.
En ese sentido, Maduro también expresó su rechazo a la decisión del Congreso Nacional que en diciembre del año pasado destituyó a cuatro magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, por considerarlo una intromisión de un poder en otro.
“El sistema democrático cuenta con tres poderes independientes. Cualquier injerencia de uno sobre otro es malo para la democracia. En lo personal no me gustó mucho lo que pasó” con la destitución de los magistrados, acotó el exmandatario
En cuanto a la situación del país, el expresidente calificó que está “muy delicada”, sobre todo en materia de seguridad.
Maduro indicó que al presidente Lobo le ha tocado gobernar en circunstancias muy difíciles, sin embargo, precisó que “ha hecho algunas obras importantes en su gobierno, que finaliza el 27 de enero de 2014, pero no ha podido salir adelante en su propósito de reducir la violencia en el país, que a diario registra una veintena de asesinatos.
Maduro coincidió con otros sectores sociales de Honduras que consideran que hacen falta mecanismos más rápidos para que haya un verdadero proceso de depuración de la Policía, la que, para muchos analistas, “está infiltrada por el crimen organizado”.