Los valores, la diversión y la enseñanza irán de la mano durante el 2013 con el regreso de los sábados cívicos en las escuelas y colegios a nivel nacional.
La cultura, los valores morales y hasta las leyes que protegen a los niños son algunos de los temas que los infantes hondureños podrán aprender de forma entretenida.
Los estudiantes de la década de los 70 recuerdan todavía los sábados cívicos implementados en esa época, que evitaba que los alumnos invirtieran su tiempo de ocio en acciones que degraden a la sociedad.
Esta práctica, como también la del horario a doble jornada, fueron abolidas por el gobierno, lo que posibilitó reducir la jornada laboral, calificado como conquista de los docentes.
Sin embargo, de acuerdo a las nuevas instrucciones del ministro de Educación, Marlon Escoto, se dio inicio al primer sábado cívico en el que los menores, además de aprender, recordaron algunos juegos tradicionales. Fue notoria la afluencia de alumnos en distintos centros educativos de la capital de Honduras.
Entre las rondas, el trompo, las carreras de encostalados y el juego de la gallinita ciega, los docentes inculcaron los primeros tres valores como la adaptación, autoestima y socialización, de acuerdo a lo establecido en una programación.
Según Escoto, con la práctica de juegos tradicionales los menores podrán fortalecer su habilidades, destrezas, desarrollo físico y mental, así como su capacidad de interactuar con otros.
Además, señaló que por el inminente peligro de extinción a que se ven sometidos los juegos tradicionales de Honduras, la Secretaría decidió implementar la práctica en la programación de los sábados cívicos.
Según el plan de desarrollo, cada sábado los estudiantes podrán aprender de forma divertida distintos temas, que serán la base para construir ciudadanos de buenas costumbres y valores para el futuro.
