Honduras

'Es difícil, pero con la ayuda de Dios vamos a salir adelante”, dice mamá de bebé con malformación

En Honduras esta condición es la segunda vez que se presenta en los últimos 10 años

18.12.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Por nueve meses, el destino las unió en el vientre de su madre y así continúan después de cinco días de nacidas. Sin embargo, tendrán que ser separadas en los próximos días.

Se trata de una bebé que nació con un feto pegado a su tórax. La pequeña nació el pasado viernes en el Hospital Gabriela Alvarado de Danlí, El Paraíso. El martes, la paciente fue trasladada al Materno Infantil del Hospital Escuela (HE).

Ellos son originarios de Trojes, El Paraíso. La madre de la niña, Hazel Mabel López, tiene 19 años y fue abandonada a los tres meses de embarazo por su pareja. “Ella pasó por el control en el centro de salud de Trojes, pero nunca le detectaron ni le recomendaron ningún ultrasonido”, expresó a EL HERALDO Lidia Valladares, abuela de la menor.

La señora se encargó de inscribir ayer en el Registro Nacional de las Personas (RNP) a su primera nieta. Mientras, la joven madre se recupera en Trojes tras haber dado a luz por parto natural. “Un pastor evangélico me dijo que por fe le pusiera el nombre de la mamá (Hazel) porque de seguro solo a ella va a tener y póngale Milagro porque es un milagro de vida y así la nombramos”, relató la humilde señora.

“Para nosotros es difícil, pero con la ayuda de Dios todo va a salir adelante”, expresó la señora, mientras se resistía a separarse de la incubadora de la pequeñita que nació con la malformación.

Condición
En la gestación se iban a formar siamesas, sin embargo solo una logró desarrollarse completamente y de la otra solo se formó la cabeza. El órgano está pegado al tórax de la pequeña Hazel Milagro. A esa condición se le denomina gemelo parásito o fetus in fetus, que se caracteriza por la formación de un ser humanoide hospedado en alguna zona del cuerpo del bebé que sí nació con sus órganos completos.

En Honduras, en los últimos 10 años, este es el segundo caso que se presenta.

La cabeza de la otra niña que se iba a formar tiene hidrocefalia, poco cerebro y realiza algunos movimientos porque está conectada a la vida de quien iba a ser su hermanita. Lamentablemente, es imposible que el feto sobreviva.