TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Por mucho tiempo McAllen, Texas, resultó ser la entrada a Estados Unidos para miles de familias hondureñas que solicitaban asilo y eran liberados para esperar que les llegara la cita, pero eso pasó a la historia.
Ahora en la ciudad los albergues están vacíos y en los centros de detención tardan apenas 24 horas en retornar a los hondureños a México o Guatemala para que esperen que su proceso de asilo “avance”.
Ana Bulnes, cónsul de Honduras en McAllen, explicó a EL HERALDO que las medidas son producto de los diferentes convenios que firmó Estados Unidos con los países del Triángulo Norte y México.
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“El flujo de hondureños bajó drásticamente, los centros de detención permanecen vacíos, las familias ya no son liberadas para que ingresen a Estados Unidos a esperar su cita, ahora los envían a México a esperar el proceso o a Guatemala en algunos casos”, mencionó Bulnes.
Si bien es cierto enviar a los migrantes a esperar su proceso de asilo en México se implementó desde el año pasado, en McAllen no se realizaba, por eso la masa de hondureños que ingresaban a diario mantenía abarrotados los centros de detención y albergues.
“Lo que se vivía hace un par de meses quedó en el pasado, ya no se ven las masas de personas, el hondureño que pide asilo es devuelto a México casi inmediatamente, un proceso rápido”, agregó.
Los menores de edad no acompañados son los únicos que, por su condición, no pueden ser retornados solos y comienzan un proceso de reunificación familiar.
“Las citas que les entregan a los hondureños para que esperen en México o Guatemala son con tiempos de espera muy largos y con posibilidades mínimas de obtener el beneficio, por lo que resulta muy difícil para los migrantes”, subrayó.
