La segunda fase del proyecto de construcción de las lagunas de oxidación en el municipio de Cane está por iniciar.
El proyecto incluye además la instalación de las tuberías domiciliarias en el 50 por ciento de las viviendas del casco urbano.
En la primera etapa se logró beneficiar a unas 200 familias, ubicadas en el sector sur de la comunidad.
Para la zona se edificaron tres lagunas de oxidación, las que reciben en promedio 3,000 litros de aguas negras por día.
Según Rafael Lizardo, vicealcalde, una parte del financiamiento se logró a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
'La alcaldía y los vecinos aportaron una contraparte y luego se solicitó un préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo', dijo Lizardo.
El primer ciclo se extendió por varios años por falta de fondos, de acuerdo con el funcionario.
La fase que está por comenzar había sido programada para ejecutarse con apoyo de las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillado (Sanaa).
El ente gubernamental aportaría los materiales, el pago de la supervisión, ingenieros y fontaneros, mientras la alcaldía se encargaría del pago del resto de obreros. La inversión que ejecutaría la comuna, según el plan, saldría de un fondo adicional que se había logrado con el BID, pero este fue desviado por el Congreso Nacional hacia otros municipios, aseguró el funcionario.
Apoyo de mancomunidad
En la actualidad los recursos económicos se lograron con apoyo del Banco Mundial a través de la Mancomunidad de los Municipios del Centro de La Paz (Mancepaz).
La obra estará concluida para el mes de junio. Unos seis millones de lempiras se invertirán en el proyecto.
Según Manuel Gavarrete, vecino del sector sur, contar con el servicio de aguas negras ha sido de múltiples beneficios.
'Se mejora la calidad de vida de la población, pues se transforma hasta la parte ambiental y a su vez disminuyen los problemas de salud', concluyó Gavarrete.
