Podgorica, Montenegro.- La presidenta Xiomara Castro fue galardonada este lunes en Montenegro con el premio "Pioneras en Liderazgo Político Femenino" otorgado por Women Political Leaders -WPL- (Mujeres Políticas Líderes, en su traducción al español).
La presidenta de WPL, Silvana Koch-Mehrin, destacó los logros de la mandaria en sus más de tres años de gobierno desde que asumió la presidencia en 2022, resaltando su labor en educación, medioambiente y otras áreas más.
Discurso íntegro
Excelentísimo primer ministro, honorables miembros del gobierno, presidenta y funcionarios de la fundación Mujeres Políticas Líderes, invitados especiales, amigas y amigos. Buenas noches.
Quiero agradecer al pueblo y gobierno de Montenegro por recibirnos en esta noble tierra que hoy se convierte en punto de encuentro para las mujeres líderes del mundo. Con gran responsabilidad, recibo este especial reconocimiento Trailblazer Award de la organización Mujeres Líderes Políticas.
Lo comparto con el pueblo hondureño que me eligió como la primera mujer presidenta de Honduras, y con los pueblos del mundo en resistencia que sufren opresión y marginalidad; comparto este premio con mi Partido Libertad y Refundación, nacido después del golpe de Estado, con quien derrocamos la narcodictadura; de forma especial, con aquellas mujeres que en todos los continentes luchan sin pedir permiso a la historia.
Nosotros aprendimos a escribir con nuestras propias manos y con nuestra voz rompimos el silencio que bloquea la solidaridad y los muros que pretenden encerrarnos en fronteras de odio, discriminación y guerra.
Tras el funesto golpe de Estado militar en 2009 contra el presidente democrático Manuel Zelaya, organizamos la resistencia y en doce años siete meses de lucha en las calles, derrotamos en elecciones libres y transparentes al tirano Juan Orlando Hernández, conspirador del golpe hoy condenado en Nueva York a 45 años de cárcel por traficar drogas y armas hacia Estados Unidos.
Esta magia convirtió a Honduras en un paraíso de narcotraficantes, el país más violento del mundo sin estar en guerra; con instituciones secuestradas, profundizando el modelo de explotación neoliberal, legalizando la corrupción público-privada, el saqueo y el despojo a favor de la oligarquía.
Persiguieron a muerte a nuestros dirigentes y líderes de base. El precio que tuvimos que pagar fueron vidas, exilio y años de oscuridad. En estas difíciles condiciones, con un partido revolucionario, pacífico, socialista y democrático, y sin disparar una sola bala, derrotamos a los narco-opresores.
Como presidenta de la República, junto a los jóvenes que fueron perseguidos, los maestros, los obreros y los excluidos, he defendido la soberanía y he demostrado que un camino de esperanza y dignidad para nuestros pueblos todavía es posible.
Hoy, a tres años de mi gobierno, los organismos internacionales reconocen que nuestro país goza de estabilidad macroeconómica y de mayor crecimiento de la región.
He reducido significativamente los homicidios, la pobreza, y he hecho la mayor inversión social de la historia en los sectores de educación, salud, infraestructura, deporte, energía, producción agrícola y medioambiente.
Aún así, confieso que a pesar de nuestros esfuerzos, la oligarquía aún sigue concentrando el poder económico del país en 25 grupos y 10 familias que durante la narcodictadura se enriquecieron y apropiaron del 80% del Producto Interno Bruto.
Señoras y señores, me toca gobernar en un momento en el que la humanidad enfrenta una crisis múltiple: desigualdad, migración forzada, devastación ambiental y la ruptura del orden internacional, cuando se premia la fuerza militar y la guerra, en vez de la razón.
El derecho internacional ha sido pisoteado en el propio Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas. No vengo a callar, vengo a levantar la voz para condenar el holocausto del gobierno de Israel contra el pueblo palestino en Gaza ¡No acepto el terrorismo en ninguna de sus formas!
Hablo en nombre del pueblo hondureño en resistencia que sabe lo que significa la opresión y por eso digo con claridad que mientras se asesine niños, niñas y mujeres indefensas en la franja de Gaza, se intente destruir el Estado palestino con la complicidad de los grandes fabricantes de armas y las grandes potencias, no podemos mantenernos en silencio.