Honduras

A la fábrica de piñatas por abuso doméstico

Un promedio de 80 personas por mes son remitidas por los juzgados a la Alcaldía Municipal para cumplir de uno a tres meses de trabajo comunitario por incurrir en abuso doméstico. Aquí no se escapa ni el más prominente abogado, médico, ingeniero o futbolista.

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07.04.2014

Sabía usted que las personas que cometen actos de violencia doméstica sin llegar a causar daños tipificados como delito en el Código Penal, van a parar a la fábrica de piñatas?

Extraño, pero cierto. Si usted es un hombre que acostumbra a golpear o agredir a su pareja o una mujer a quien le gusta atacar a su marido sin llegar a causar daños tipificados como delito, prepárese para confeccionar piñatas de Bob Esponja, Dora, la exploradora, Spiderman o cualquier otra figura animada que atrae a los niños y niñas.

Un promedio de 80 personas al mes deben realizar trabajo comunitario por cometer actos de violencia doméstica manifiestos de hombres hacia mujeres, pero también de mujeres hacia hombres.

Toda persona declarada culpable por un juzgado de cometer abuso doméstico es remitida a la fábrica de piñatas que funciona en la Gerencia de Desarrollo Humano de la Alcaldía Municipal.

Aquí, desde el más humilde jefe de hogar hasta el más prominente médico, ingeniero, abogado, futbolista y hasta periodista es obligado a confeccionar coloridas piñatas como castigo por violentar la Ley contra la Violencia Doméstica.

Durante uno, dos y hasta tres meses los infractores tienen que despojarse de su rutina, dos horas por día, para moldear alambre de amarre, recortar periódicos y pegar con engrudo para crear figuras capaces de despertar la alegría de los infantes.

Diversas actividades

Martha Bonilla es la encargada del programa “Sancionados por Violencia Doméstica” de la Alcaldía Municipal y explicó que cada mes el Juzgado de Letras de la Familia remite a la comuna un listado de personas infractoras de la Ley contra la Violencia Doméstica.

Los infractores son obligados a cumplir con una serie de tareas comunitarias ajenas a su profesión y que se imponen de acuerdo con las necesidades que identifica la Alcaldía Municipal.

“Ahorita porque ya viene el Día del Niño (10 de septiembre) a los infractores los estamos poniendo a confeccionar piñatas, tenemos gente que los entrena para que aprendan y en algunos casos hay quienes después forman sus propios negocios”, sostuvo Bonilla.

Los infractores sancionados durante los primeros meses del año son obligados a limpiar, pintar y hasta reparar centros educativos de la ciudad antes que inicie el período escolar.

Los castigados en el mes de febrero son enviados al Santuario de Suyapa a cumplir sus horas de labor comunitaria en trabajos de limpieza de los predios e instalación de toldos para los peregrinos que acuden a agradecer los milagros de la patrona de Honduras.

Entre los meses de marzo y abril la labor comunitaria para los infractores consiste en la elaboración de aserrín y alfombras alusivas a las festividades de la Semana Santa.

En época de lluvia se aplican castigos que tienen que ver con la atención de emergencias, es decir, limpieza de mercados, aseo de cunetas, preparación de albergues, organización y entrega de donaciones, entre otras.

También hay quienes tienen que barrer calles y parques de la ciudad capital.

Sanciones

De acuerdo con la Ley contra la Violencia Doméstica existen cuatro formas de violencia doméstica: violencia física, violencia psicológica, violencia sexual y violencia patrimonial o económica.

El instrumento establece que el agresor que comete actos de violencia doméstica sin llegar a causar daños tipificados como delito en el Código Penal, será sancionado con la prestación de servicios a la comunidad.

Los agresores reciben castigos que van desde uno a tres meses de servicio comunitario cuando la denuncia sea declarada con lugar.

Según la Ley, “la prestación de servicios a la comunidad deberá consistir en una profesión, oficio o actividad laboral diferente a la que ordinariamente realiza el denunciado y equivaldrá a una jornada de dos horas diarias, las que pueden ser en horas hábiles o inhábiles de la respectiva semana, siempre que la naturaleza del servicio comunitario lo permita”.

“Nosotros recibimos entre 70 y 80 personas cada mes que vienen a cumplir un servicio comunitario porque el juez los declaró culpables de cometer violencia doméstica; no hay solo hombres, también vienen mujeres que han cometido violencia doméstica”, apuntó Bonilla.

Lucrecia de Álvarez: Oportuno que municipalidad administre sanciones

Para la esposa del alcalde de la capital y encargada de la Gerencia de Desarrollo Humano Municipal, Lucrecia de álvarez, el programa “Sancionados por violencia doméstica” permite ampliar la atención a los grupos más vulnerables de la ciudad.

La iniciativa no solo garantiza la asistencia municipal a la sociedad, sino también la formación de personas infractoras que aprenden oficios y lecciones de vida para no volver a cometer violencia doméstica, consideró. “Esta es una iniciativa que sirve como apoyo a la gestión municipal en donde de alguna manera también somos supervisores de que la leyes se cumplan y que la gente que es sancionada cumpla con sus horas de acción social que deben ser realizadas para compensar la infracción que cometieron”, expresó la esposa del edil.


Incremento

“Yo sí creo que es un programa que nos hace percatarnos de la situación que vive nuestro país, lamentablemente vemos que la cantidad de gente que incide en esto se va incrementando y no podemos catalogarlo como problema de mujeres o de hombres, creo que de alguna manera la violencia a nivel de la sociedad ha ido en incremento y si podemos ayudar para que estas personas que cometen estas infracciones recapaciten y traten de no volver a caer en eso, pues, qué bueno”, subrayó.

La esposa del alcalde municipal explicó que el recurso humano que se obtiene mediante el programa “Sancionados por violencia doméstica” es aprovechado para atender las principales necesidades de la comunidad que van desde la reparación escuelas hasta la limpieza de calles y parques y la elaboración de piñatas.

“De alguna manera nosotros tratamos de orientar estos esfuerzos en diferentes cosas, según las circunstancias que estemos viviendo en el momento porque aprovechamos este recurso humano para apoyar a las comunidades”, indicó.

“En este momento estamos en la temporada que ya viene el Día del Niño, y siempre hay gente de todo nivel que comete ese error y de alguna manera tiene que cumplir con la ley, vienen hacia nosotros muchos de ellos, gente que no tiene ningún oficio y es la oportunidad de poderlos guiar y enseñarles”.

“Yo, definitivamente creo que esta gente poniéndola a hacer cosas productivas van a hacer efectivos y ayudan a sacar situaciones adelante.


En el tema de los albergues, realmente juegan un papel importante, a la hora de las inundaciones realizan labores como organizar los albergues, repartir cosas dentro del albergue, sí siento que es eficiente que sea la municipalidad la que administre las sanciones, porque es un órgano que tiene que ver mucho con la acción social”.

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