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Salma Hayek: 'Por ser latina se me cerraron muchas puertas”

La nominada al Oscar denuncia el papel sexista de la mujer en la industria cinematográfica.

08.08.2015

Estados Unidos

En medio de una denuncia donde la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos está pidiendo que el gobierno investigue a fondo la discriminación femenina en el mundo del cine, del otro lado del Atlántico, en Francia, Salma Hayek participó del panel Kering Women in Motion junto a otras mujeres famosas como Isabella Rosellini, quienes expusieron su opinión personal sobre el tema.

Y en una sincera entrevista, por primera vez, Salma se sienta a hablar de sus propias experiencias frente a la discriminación, sin autocensura, destapando las secretas verdades que esconde el mundo machista de Hollywood.

¿Crees que las mujeres puedan generar cierto cambio en un mundo del cine donde hay menos de un 5% de directoras mujeres o incluso ninguna mujer protagonizó al menos una de las producciones nominadas como Mejor película en la última entrega del Oscar?

La solución es bastante simple. La única forma de que los hombres quieran ayudar a generar un cambio, la única forma de inspirarlos es con dinero, demostrándoles que somos una fuerza económica. Hasta ahora no se molestaron porque están ocupados con ganar dinero de la misma forma que lo vienen haciendo siempre. Y lo cierto es que no hay otra forma, porque para ellos esto es un negocio y no piensan como las mujeres. No dicen “Dios mío, esta película da vergüenza, es humillante hacer algo así”. No. Ellos solo piensan en los millones que van a ganar.

¿En las recaudaciones las mujeres no generan tantos millones de dólares en Hollywood como los hombres?

Lo triste es que las únicas dos industrias donde las mujeres recaudan más que lo hombres son la moda y la pornografía. Y es triste y una antigüedad saber que en el cine las grandes estrellas valemos la pena solo si somos objetos sexuales. Es una forma muy ignorante de ver quienes somos. Y es difícil entenderlo porqué estamos dentro de un círculo vicioso donde las mujeres no tenemos la oportunidad de expresar quienes somos o lo que queremos ver en el cine.

¿En tu caso te han cerrado puertas por ser mujer y latina, en Hollywood, más allá de tu fama?

Cuando yo empecé a producir para los latinos, siempre me cerraron las puertas, una después de la otra. Es una idea brillante mostrar las estadísticas para comprobar el poder que tenemos los hispanos como consumidores por ser una enorme población en Estados Unidos, aunque no estemos representados más allá del servicio doméstico. Y cuando yo traté de producir “Betty La Fea” (Ugly Betty) me dijeron “no” muchísimas veces. Pero yo no quise renunciar. Lo que hice fue ir a una compañía que compra espacio en televisión para muchos anunciantes. Les mostré los números en cómo podíamos representar dinero y pude convencerlos porque querían llegar a ese público latino, solo porque había dinero atrás. Y así pude ir a ABC diciéndoles que había vendido cada uno de los comerciales de la serie de TV.

Habiendo pasado por tantos roles como actriz famosa, productora o directora, ¿cuál de todos esos roles tiene mayor influencia para un cambio?

No creo que sea ningún rol. En el primer minuto que llegué a Estados Unidos me dijeron que me volviera a mi casa. “Vuelve a hacer telenovelas. Nunca vas a conseguir trabajo aquí. Apenas hablas inglés. Eres mexicana”. Yo era una estrella importante en mi país y cuando vine a Estados Unidos me cerraron todas las puertas en la cara y tuve que empezar como extra de cine.