Madrid, España.- En 39 años de reinado Juan Carlos I vivió todo tipo de cosas, desde momentos tensos, hasta increíbles y divertidos, y algunos de ellos han quedado registrados en su libro de memorias "Reconciliación".
Y aunque el libro vio la luz a inicios de diciembre, poco a poco han sido revelados algunos detalles de su contenido (para quienes no lo han leído o no lo leerán).
Escrito en Abu Dabi, donde ahora reside, el padre del rey Felipe VI narra en primera persona algunas de las anécdotas de su vida, en un libro en el que reconoce que ha cometido errores y que no es un santo, aunque dice que esta es su forma de recuperar su propia historia, esa que dice que le han "robado".
Coincidencias y descubrimientos
Juan Carlos I recuerda en su publicación el día en que conoció al actor y director de cine Clint Eastwood.
Dice que corría el año 1987 cuando hizo una visita oficial a Estados Unidos, que le dio la "suerte" de conocer a uno de los referentes del cine: Eastwood, que por ese tiempo era alcalde de la ciudad californiana de Carmel. Pero más allá de que recuerda que el actor es una inspiración para "no dejar entrar al viejo" en su vida, cuenta que sentado a la par de Eastwood suena un teléfono, y ambos se dieron cuenta que andaban el mismo tono de llamada. El tono en cuestión era el tema de la canción de "El bueno, el feo y el malo", el western que protagonizó allá por 1966 el actor estadounidense. Al final se rieron mucho de esa "coincidencia".
Y más allá de esa mirada "romántica" y trágica sobre la vida de la princesa Diana, el entonces rey recuerda haber descubierto las dos caras de Lady Di.
Juan Carlos I no tuvo una tan buena experiencia con la princesa de Gales, y deja registro en sus memorias de ese encuentro.
Dice que en uno de sus encuentros con Carlos y Diana, notó que la princesa se esmeraba en atraer la atención de la prensa, y que la princesa en privado era otra respecto a la princesa en público: "En cuanto llegábamos al (yate) Fortuna, corría a cambiarse en uno de los camarotes para aparecer en bañador ante los fotógrafos. Su imagen era su única preocupación. (...) Intenté hacerla hablar, le pregunté qué le parecía Palma de Mallorca, la comida española y la navegación. Apenas respondió. Tal vez estuviera atravesando dificultades personales”, señala.
También recordó el robo que sufrió la reina Sofía en una cena, cuando perdió un chal que finalmente se había llevado una invitada porque quería conservar algo de la reina. Y aunque lo recuperó, la reina Sofía compró un collar y se lo envió a su admiradora, con el mensaje: "Ya que desea un recuerdo mío, aquí tiene un collar que estoy encantada de regalarle".
Y así, entre muchas anécdotas, recordó su encuentro con el entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez, tras su polémico "Por qué no te callas" de 2007; o la ocasión en que Fidel Castro lo desvió de su trayecto hacia el aeropuerto para tomarse una última copa con él, lo que hizo que varios jefes de Estado lo estuvieran esperando por dos horas para partir de Cuba; o cuando pasó el día de Acción de Gracias en el rancho de los Bush, cuando George W. Bush era presidente de Estados Unidos.
Y así Juan Carlos I narra sus aventuras oficiales y extraoficiales con reyes, príncipes, princesas, presidentes, artistas... en unas memorias que han dejado mucho de qué hablar.