Tegucigalpa, Honduras
El escritor nicaragüense Rubén Darío ha trascendido el tiempo, el mismo que da cuenta de la importancia de su poesía no solo en las letras centroamericanas, sino también universales.
La Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) quiso recordar este legado y, en el marco del Día del Idioma, realizó una conferencia en el Paraninfo Ramón Oquelí, donde destacados catedráticos del centro de estudios hicieron una retrospectiva en el panel “A cien años de Rubén Darío”.
Y es que el 6 de febrero se cumplió el primer centenario de muerte del conocido “príncipe de las letras castellanas”.
Emma Matute y Dilia Zavala fueron las encargadas de recordar las trascendencia del poeta nicaragüense, el iniciador y máximo representante del Modernismo hispanoamericano.
Las panelistas, estudiosas de la obra de Darío, hablaron no solo de la importancia de la obra poética del escritor a nivel hispanoamericano, sino de la influencia que tuvo en otros autores de la región.
Además, durante el evento tuvo una participación especial el embajador de Nicaragua en Honduras, Orlando Gámez Zamora, quien en su intervención presentó una breve reseña histórica del autor desde su nacimiento hasta su muerte, y resaltó que su país publicó en La Gaceta el editorial “Un siglo sin Darío”, en el marco de su centenario de muerte.
El diplomático aseguró que no es fácil hablar de Darío, ya que su obra es universal. Gámez finalizó su participación con un poema del autor nicaragüense.
La jornada en homenaje al poeta, continuó con una presentación de poesía coral, en la que un grupo de catedráticos de la UPNFM, acompañados de los acordes de una guitarra, le dio voz a algunos de los poemas de Darío, entre ellos “Los motivos del lobo”, “A Margarita Debayle”, “A Roosevelt”, “Yo soy aquel” y “Juventud divino tesoro”.
Las obras recitadas fueron extraídas de los libros: “Azul”, “Cantos de vida y esperanza” y “Prosas profanas”.
Este homenaje es uno de muchos que han tenido lugar tanto en Nicaragua como en otros países centroamericanos.
La importancia de Darío no muere con el tiempo, más bien se exalta.
Y no es para menos, el poeta es punto de partida de la poesía no solo de su país, sino de hispanoamérica.
Un humanista, un hombre de profunda sensibilidad que le escribe al amor, al desamor, a la mitología, a la denuncia social y a la libertad.
Ciudades de Centroamérica, Chile, Argentina, Estados Unidos, España, Francia, Italia, Inglaterra y Bélgica, tuvieron la presencia del gran escritor, que se alimentó de cada uno de estos escenarios, dándole a su obra ese tono universal.
Escritores hondureños de la época fueron admiradores de la obra de Rubén Darío, entre ellos se cuenta a Juan Ramón Molina, quien después del nicaragüense, es una de las figuras más importantes del Modernismo centroamericano.
El gran Rafael Heliodoro Valle también elogió su poesía, e incluso mantuvo correspondencia con el poeta.