Cannes, Francias.- A horas del término de la 78ª edición del Festival de Cine de Cannes, hay al menos tres puntos que han quedado claros.
Primero, la Croisette luce inusualmente apagada en cuanto a publicidad y eventos promocionales, reflejo quizá de los tiempos de economía austera.
Segundo, las adquisiciones de alto perfil han sido escasas, debido tanto a la tibia recepción de las películas más esperadas como a una mayor cautela por parte de los distribuidores tras el fenómeno —o fracaso— de “Emilia Pérez”.
Y, tercero, tras el exitoso paso de varios filmes por Cannes en 2024 rumbo al Oscar, este año han surgido muy pocos títulos con el peso necesario para llegar a esa carrera.
No obstante, la que más ha sonado hasta ahora es Nouvelle Vague, de Richard Linklater. Este homenaje al cine francés —y particularmente a “Sin aliento” (1960)— ha conquistado al público del festival.
Filmada en elegante blanco y negro, con diálogos en francés y referencias al mismo Cannes, fue recibida con una ovación entusiasta. La cinta tiene muchas posibilidades de llevarse la Palma de Oro o algún otro reconocimiento importante, especialmente considerando que el jurado está presidido por la actriz francesa Juliette Binoche.
Otras que para la crítica también podrían hacerse un hueco son Die My Love con Jennifer Lawrence, Sound of Falling de Mascha Schilinski, Lucky Lu de Lloyd Lee Choi, Eleanor the Great de Scarlett Johansson, The Phoenecian Scheme de Wes Anderson y The History of Sound con Paul Mescal y Josh O’Connor. Aún faltan por verse Sentimental Value de Joachim Trier y The Young Mothers’ Home de los hermanos Dardenne.
¿Mejor película animada?
En el apartado de animación, “Arco”, producción francesa con voz y producción de Natalie Portman, podría seguir los pasos de Flow, ganadora del Oscar en 2024.