En la madrugada del 5 de agosto de 1962, Marilyn Monroe fue encontrada sin vida en su habitación, a los 36 años de edad.
En 2014, Max Factor nombró a Monroe embajadora mundial de glamour. Su belleza se convirtió en un referente y su estilo (labial rojo y piel cremosa) marcó tendencia.
Diseños audaces inspirados en Monroe. En 2009 la firma italiana Dolce & Gabbana presentó una colección inspirada en la eterna diva de Hollywood.
Un sórdido romance. Marlon Brando y Monroe se conocieron antes de ser estrellas. Tuvieron una relación intermitente durante años, pero él siempre fue más un amigo que un amante. Fue uno de sus mayores defensores cuando Hollywood comenzó a atacarla.
En esa época la actriz empieza a ser vinculada sentimentalmente a los Kennedy: primero a John y luego a Robert. La actuación en la que la actriz le canta Happy Birthday al entonces presidente es uno de los momentos más dulces e incómodos de la historia reciente de América.
Su escalada de parejas y matrimonios solo es comparable a la de su adicción a los barbitúricos y al alcohol. Durante el auge de su ascendente carrera, sus trastornos emocionales y anímicos se convirtieron en factores clave en su adicción, que la llevaría a la muerte en 1962.
El histórico desnudo de Monroe
Su rostro se convirtió en un ícono universal, en tanto sus filmes, gestos y frases perduran como una representación de sensualidad y erotismo.
Sus amores, sus demonios, su carrera; las imágenes que forjaron el mito de la mujer más deseada.
En 1953, después de varios proyectos de bajo presupuesto, Marilyn volvió a tener un papel protagónico; esta vez en el drama romántico “Niágara”.
En 1962 llega “Alguien tiene que ceder”, última e inacabada película que protagonizó antes de su inesperada muerte.
En 1955, sale el filme “La tentación vive arriba”, y con ella una de las escenas más emblemáticas: la falda blanca de Monroe volando por el aire.
Esta imagen pertenece a una escena de la cinta “Con faldas y a lo loco”, de Billy Wilder, en 1959. Una comedia legendaria que marcó el inicio de un género.
James Dougherty, su primer esposo. Su matrimonio duró dos años, hasta 1946.
En 1956 se casa con el escritor Arthur Miller, quien sería su último esposo, cinco años después se divorciaron.
La actriz creó un mito en torno a la fragancia de esta marca tras afirmar que lo único que necesitaba para dormir eran “Unas gotas de Chanel Nº 5”.
El deportista Joe DiMaggio le pidió matrimonio en 1954. Solo estuvieron 9 meses juntos.