Tegucigalpa, Honduras.- En pleno silencio electoral y a dos días de las elecciones generales del domingo 30 de noviembre, Honduras llega a las urnas con un poco más de 6.4 millones de ciudadanos habilitados para votar, entre ellos casi 700,000 nuevos electores.
En medio de ese padrón histórico y de un clima de desconfianza, la campaña digital dejó un rastro de videos viejos, citas inventadas y deepfakes (contenidos falsos hechos con IA) que siguen circulando aunque el proselitismo ya terminó.
EH Verifica y LA PRENSA Verifica han documentado y desmentido decenas de contenidos manipulados durante las últimas semanas.
El patrón se repite: se reciclan imágenes o declaraciones, se sacan de contexto o se reconstruyen con inteligencia artificial para influir en el voto de última hora, explotar los miedos al fraude o alimentar la polarización entre simpatizantes.
Videos antiguos en 2025
Una de las tácticas más frecuentes ha sido la reutilización de videos antiguos como si fueran declaraciones recientes. Ocurre con un clip en el que Salvador Nasralla afirma que Manuel Zelaya será su asesor, grabado en 2017 pero compartido como si describiera una alianza vigente.
Pasa lo mismo con el video editado donde Luis Zelaya supuestamente llama a votar por el Partido Nacional, que en realidad corresponde a 2021.
También circula un video de 2018 en el que Nasralla habla de una reunión con Juan Orlando Hernández para asegurar 13 diputados, presentado falsamente como un pacto de 2025.
Otro material viejo muestra al presentador diciendo que los partidos Nacional y Liberal “son lo mismo”, y un discurso de Manuel Zelaya de 2018 donde habla de “desconocer” las leyes reapareció como si fuera una amenaza reciente. En todos los casos, la fecha y el contexto original desmienten el relato viral.
La segunda cara del engaño son las frases fabricadas. Publicaciones virales atribuyen al juez estadounidense Kevin Castel la afirmación de que el Partido Nacional sigue siendo una organización del narcotráfico, algo que nunca ha declarado.
Otras piezas ponen en boca de Luis Zelaya la frase “los liberales de verdad votarán por Rixi el domingo”, sin registro en entrevistas, discursos ni redes.
También circulan diseños donde supuestamente Hillary Clinton acusa a Nasry Asfura de “venderse” a Donald Trump a cambio de deportaciones masivas y un impuesto a las remesas, una declaración inexistente.
Nasralla aparece en otras artes con la promesa de declarar la guerra a Estados Unidos si gana la presidencia, pese a que su equipo desmintió esa versión.
Incluso la consigna “voto masivo mata fraude” se usa atribuyéndola falsamente a Nayib Bukele o a Rixi Moncada para legitimar posiciones partidarias.
La irrupción de los deepfakes
El salto cualitativo lo marcan los videos generados con inteligencia artificial. Uno simula a un periodista advirtiendo de un supuesto fraude de Libre en estas elecciones.
Otro recrea al expresidente Ricardo Maduro llamando a votar por Nasralla, imitando su rostro y voz con IA. También hay piezas que muestran protestas de ciudadanos y militares contra el gobierno, fabricadas con escenas sintéticas.
A esa galería se suman deepfakes donde aparece Roosevelt Hernández metiendo maletas electorales en un vehículo, Nasralla y Nasry Asfura pidiendo juntos el voto, Rixi Moncada llamando a apoyar a Nasralla y un grupo de olanchanos asegurando que no votarán por Jorge Cálix.
Ninguno de esos videos corresponde a hechos reales; son montajes que buscan sembrar sospechas sobre fraude, traiciones o rupturas internas en esta víspera electoral.
En estas elecciones, en las que se elegirá a la próxima presidencia, 128 diputados al Congreso Nacional, 20 al Parlamento Centroamericano y 298 corporaciones municipales, la desinformación compite por la atención del electorado tanto como las propuestas.
Ante un padrón ampliado y una generación de nuevos votantes muy expuesta a redes sociales, los verificadores advierten que el reto de este 30 de noviembre será doble: votar en paz y, al mismo tiempo, no dejar que los videos virales, las citas falsas y los deepfakes decidan por ellos.