Tegucigalpa, Honduras.- A 42 días de las elecciones generales, Honduras enfrenta una tormenta perfecta: tensión política, discurso de odio y desinformación digital.
En ese contexto, los vacíos informativos sobre el proceso electoral se convierten en terreno fértil para la manipulación y el engaño.
Videos antiguos presentados como actuales, montajes con consignas políticas sobre partidos de fútbol, audios falsos de requerimientos fiscales y mensajes que inducen al error en la papeleta electoral son solo algunos ejemplos recientes que EH Verifica ha desmentido.
Pero detrás de cada contenido engañoso hay algo más profundo: desinformación que se nutre del desconocimiento ciudadano.
Expertos en materia electoral y en verificación coinciden en que estos vacíos no solo desinforman, sino que erosionan la confianza en el sistema democrático.
Entre los más explotados destacan siete: creer que una mala marca anula el voto, que militares y policías pueden votar, que el voto en plancha es obligatorio, que el voto en blanco favorece a un partido y que los presos votan libremente.
Asimismo, que el conteo del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) se puede alterar y que los observadores electorales tienen poder de intervención.
Cada uno de estos vacíos tiene consecuencias distintas, pero todas convergen en un mismo riesgo: debilitar la legitimidad del resultado electoral y polarizar aún más a la ciudadanía.
Falsas certezas
Uno de los mitos más repetidos es que una marca fuera del recuadro o un garabato en la papeleta sigue siendo válido.
Sin embargo, la Ley Electoral es clara: toda marca indebida convierte el voto en nulo.
“Hay campañas en redes que aconsejan ‘hacer rayones’ o ‘poner iniciales’ sobre los candidatos, pero eso anula el voto. Se está induciendo al error”, advirtió a través de un correo electrónico María Teresa Mendieta, abogada y experta en derecho electoral.
Otro vacío recurrente es la confusión sobre quiénes pueden votar. Militares y policías activos no lo hacen, pues la ley se los prohíbe expresamente para garantizar la neutralidad institucional.
Aun así, en redes circulan contenidos que aseguran que las Fuerzas Armadas “ya tienen definido su voto” o que “apoyarán a tal candidato”, una narrativa que busca minar la confianza en la independencia del proceso.
También circula la idea de que el voto en plancha es obligatorio, cuando en realidad la Ley Electoral permite votar de forma cruzada o individual.
Este mito, promovido incluso por algunos políticos, como el diputado Marco Eliud Girón, busca consolidar el voto partidario y evitar la dispersión de preferencias.
“El voto en plancha se usa como herramienta de control político. Pero el elector puede marcar candidatos de distintos partidos, y su voto sigue siendo válido”, explicó Mendieta.
A la confusión se suma el malentendido sobre el voto en blanco, que muchos creen que “se suma al ganador”.
En realidad, es un voto válido pero no adjudicado, útil solo para medir participación.
“Ese error provoca abstención activa y desincentiva el ejercicio del voto consciente”, señaló Luis Cabrera, especialista en comunicación política.
Cerrar y reducir
Más allá de la confusión, estos vacíos son estratégicamente utilizados para influir en la narrativa pública.
En TikTok, X/Twitter, Facebook y WhatsApp abundan videos y cadenas que presentan actos de conteo como “fraudes”, imágenes del TREP como “apagones” o falsas denuncias sobre votos perdidos.
“El desconocimiento sobre cómo funciona el conteo preliminar es aprovechado para instalar la idea de fraude anticipado”, afirmó Cabrera.
El especialista recordó que el TREP solo muestra resultados preliminares, mientras que el conteo definitivo se hace con las actas físicas, en presencia de observadores y partidos.
Otro foco de desinformación son los observadores electorales, a quienes muchos usuarios atribuyen poderes de sanción o intervención directa.
“Su rol es solo observar, no juzgar ni corregir”, aclaró una autoridad del Consejo Nacional Electoral (CNE) a EH Verifica.
Pero este malentendido se usa para alimentar teorías conspirativas cuando no actúan ante denuncias infundadas.
Ambos expertos coinciden en que la única vacuna contra la desinformación es la educación cívica y la alfabetización mediática.
Cabrera enfatizó que los medios, las universidades y el propio Consejo Nacional Electoral deben asumir un papel activo.
“No basta con decir qué es falso, hay que explicar por qué lo es y cómo funciona realmente el proceso. Si no se informa, alguien más llenará el vacío con desinformación”, sostuvo.
Mendieta agregó que la pedagogía electoral debe ser continua, no solo en época de comicios: “Hay que enseñar a leer la papeleta, entender las etapas del escrutinio y diferenciar lo preliminar de lo oficial. Mientras existan vacíos, existirán narrativas falsas”.
En un clima electoral dominado por la polarización, la desinformación y la desconfianza buscan cerrar los vacíos informativos, es tan urgente como emitir el voto mismo, plantean las fuentes de EH Verifica.
Cada duda sin resolver puede transformarse en un bulo viral, y cada mentira repetida puede socavar el proceso democrático, agregan.
Combatir la desinformación no solo es tarea de los verificadores, sino un deber ciudadano para proteger el derecho a decidir con verdad este próximo 30 de noviembre.