TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “¿Otra vez es el Día de la Mujer?”, preguntó un hombre de unos 62 años mientras miraba un programa de debate en un medio televisivo.
La pregunta hacía alusión a que el pasado 25 de enero se había conmemorado el Día de la Mujer Hondureña, fecha en la que conquistaron su derecho a votar en 1955.
“Sí, es el Día Internacional de la Mujer. Se conmemora por la muerte de 129 mujeres que protestaban por salarios justos e igualitarios en una fábrica de Nueva York. De eso ya pasó más de un siglo y seguimos con los mismos problemas”, contestó su hija.
El hombre no respondió nada, pues la realidad le tocó la consciencia. Un día más, pero no para todas las mujeres, seguramente pensó.
Hace 100 años fueron 129 mujeres víctimas de femicidio en un país que queda a más de 3,800 kilómetros de distancia de Honduras, donde el patrón de muerte se ha replicada por décadas: son asesinadas por el simple hecho de ser mujeres.
En Honduras, en promedio hay 28 femicidios cada mes. Solo el año anterior hubo 342 muertes por causas de género y hasta febrero de 2022 ya se contabilizan 52, según cifras del Centro de Derechos de Mujeres (CDM).
El mayor problema radica en que los casos no son investigados y tampoco hay responsables, lo que contribuye para que las muertes sigan en incremento sin que nadie haga nada.
Según Migdonia Ayestas, directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) el 95% de los femicidios quedan en impunidad.
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Las víctimas pueden ser recién nacidas, niñas, adolescentes o ancianas, pero las mujeres entre 10 y 29 años son las más vulnerables. En 2021, cuatro de cada 10 féminas de estas edades morían a manos de femicidas. En 2022 representaban el 33% de las víctimas.
Saña
Las organizaciones de mujeres, a través de los observatorios de la violencia, diferencian los femicidios de lo homicidios por la saña con la que fue cometido el crimen.
“No es lo mismo que una mujer reciba un disparo en el pecho a que reciba 10 en el rostro”, comentó a EL HERALDO una joven que trabajó en el monitores de femicidios del Observatorio de la Violencia de la UNAH.
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En el país, los femicidios son dantescos. En las escenas del crimen el 46% de los casos son provocados por armas de fuego. Los cuerpos —muchas veces— son acribillados con tanta saña como si quisieran que no fueran reconocidos.
Los mismo ocurre en muchos de los femicidios cometidos con armas blancas o los casos de estrangulamiento, que representan el ocho por ciento del total de muertes contra mujeres por razones de género.
Según el CDM, estos fueron los métodos más usados para acabar con la vida de 52 mujeres entre enero y febrero de 2022. Se trata de los casos más recientes; en promedio significa un femicidio por día.
Ese promedio es el mismo que se reportó entre enero y febrero de 2021, solo que para ese entonces hubo 58 femicidios, seis más que en este año.
Solo en enero del año anterior, las muertes contra mujeres fueron 20, mientras que en este 2022 la cifra pasó a 27.
En febrero de este año más bien hubo una baja en comparación con el mismo mes de 2021.
La violencia contra la mujer se agudiza
El cuerpo de una niña de apenas 11 años fue encontrado el pasado 22 de febrero dentro de un potrero en el barrio La Cabaña, en el departamento de Yoro.
El informe de la Policía detalla que la menor salió de su casa al mediodía a dejar unas tortillas que su madre vendía, pero nunca regresó a casa.
La mamá de la pequeña dio alerta de su desaparición. El cadáver fue encontrado en horas de la noche, con signos de estrangulación. Las autoridades dijeron que probablemente había sido abusada sexualmente. Sí, una niña de apenas 11 años.
Este caso es el único reportado en Yoro en lo que va de este 2022, pero en 2021 ese departamento registró 20 femicidios. No se trata del punto geográfico con mayor incidencia, pero sí es uno de los que están en números rojos.
Olancho, Atlántida, Yoro y Comayagua también están entre los puntos geográficos donde la situación se agrava cada día, aunque más del 40% de las muertes por razones de género se concentran en Cortés y Francisco Morazán.
El mapa refleja los femicidios reportados en un año y dos meses (2021 y 59 días de 2022) por departamento. Cada caso que aparece tabulado en los reportes del CDM representa una vida que fue arrebatada por “razones de género”, como si la mujer fuera menos persona por ser mujer.
Por eso no se trata de otra conmemoración más, sino de un recordatorio de que “nos están matando”, como reclaman varias organizaciones feministas, pero lo peor es que nadie hace nada.
