Es uno de los organismos financieros internacional acreditados en Honduras que más respaldo han brindado al gobierno de Porfirio Lobo Sosa.
Con una cartera vigente de 347 millones de dólares y 250 millones pendientes de desembolsar en los próximos dos años, el Banco Mundial puso a disposición de la administración central 171 millones de dólares adicionales para ejecutar programas y proyectos en el período 2012-2014.
Guiseppe Zampaglione es el representante residente del Banco Mundial en Tegucigalpa y conversó con EL HERALDO sobre el contenido de la Estrategia Conjunta de Asociación con Honduras aprobada por el directorio del BM el pasado martes en Washington, Estados Unidos.
¿Cómo resume la nueva estrategia que el Banco Mundial aprobó para Honduras?
Es un marco de intervenciones para los próximos años en Honduras y un documento que abarca los temas principales del país, como los resultados macroeconómicos de los últimos años, estabilidad fiscal y reducción de la pobreza. Tres pilares son fundamentales en la estrategia 2012-2014: la seguridad ciudadana, las oportunidades para las personas más pobres y por último el fortalecimiento de la buena gobernabilidad.
¿Qué elementos se tomaron en consideración para elaborar la estrategia 2012-2014?
Los problemas y los desafíos que el país tiene. El monto aprobado de 171 millones de dólares es el resultado del análisis de cuánto ha logrado el país en materia de gestión fiscal y estabilidad macroeconómica, así como de los resultados anteriores, que es una fórmula que nosotros usamos para el apoyo de nuestros países miembros. También se toma en consideración la cartera actual y la posibilidad de activar otros fondos.
¿Cuál es su plan de trabajo al frente de la oficina del BM en Tegucigalpa?
Tenemos tres misiones principales: apoyar al gobierno, la sociedad civil y todas las instancias para adelantar el crecimiento económico y social del país; un segundo elemento es la situación de los 12 proyectos en cartera, ya que hemos tenido problemas de ejecución, y por último abrir un diálogo sobre temas nuevos como la seguridad, que es clave para nosotros y para el gobierno para el crecimiento del país. Nosotros calculamos que Honduras pierde el 10% del PIB anual por problemas de criminalidad y violencia.
¿Cuál será el rol que jugará el Banco Mundial en el tema de seguridad en Honduras?
Nuestros estatutos no nos permiten intervenir de manera directa en el tema de crimen y violencia de un país, lo que podemos hacer son acciones de apoyo a la definición de una política o estrategia de seguridad ciudadana. Nosotros estamos trabajando con todos los donantes internacionales para impulsar acciones coordinadas, con un análisis de la situación del país, con el punto de fuerza y con el punto de debilidad, en el tema de la prevención y de la política para empujar todas las acciones de prevención interna.
La seguridad es considerada clave para la atracción de la inversión extranjera, ¿qué opina?
Así es, nosotros con la Corporación Financiera Internacional estamos ayudando al sector privado de Honduras para que pueda obtener mayores niveles de inversión. La situación no es fácil por el nivel de incertidumbre por la violencia, que no es propia de Honduras, todos los inversionistas quieren en todos los países, a lo que se agregan otros temas como infraestructura. También hay otro tema que les interesa a los inversionistas: es la situación de la crisis financiera mundial.
¿Qué opina de la situación económica del país?
En los últimos dos años la situación de crecimiento del país ha mejorado, la parte fiscal es también prometedora y el nivel de la deuda pública externa es bastante aceptable. Hay una serie de situaciones que son bastante interesantes, que son las bases de nuestro apoyo, y que también el Fondo Monetario Internacional, con el cual nosotros trabajamos, ha destacado esos avances.
¿Cree que Honduras transita por el camino correcto?
Una de las primeras cosas que quería realizar hace tres meses era recorrer el país y no solo Tegucigalpa, porque Honduras no solo es Tegucigalpa, y no solamente San Pedro Sula, sino que el resto del país. Hay señales de crecimiento, si uno ve aquí -Tegucigalpa- cerca del aeropuerto hay construcciones, pero en el resto del país no es así, del lado de Amapala hasta terminar a Punta Gorda, Roatán, uno se da cuenta que en Honduras hay dos países, con Tegucigalpa y San Pedro Sula en una línea de crecimiento, pero a dos horas de aquí hay un país pobre. Eso es la realidad de Honduras, con dinámicas diferentes.
¿Cuáles son las debilidades que puede enumerar de Honduras?
Hay que continuar trabajando en la parte de gobernabilidad, que es uno de los pilares fundamentales de nuestra estrategia y tendrá un fuerte apoyo.
Uno de los problemas que el Banco Mundial estudia en Honduras es la corrupción, ¿qué opina de este “cáncer”, como lo denominan algunos analistas nacionales?
Hay que trabajar más sobre ese tema y en el marco de la nueva estrategia hay algunas actividades que van en esta dirección. Hay que luchar contra este tipo de fenómeno, que tiene su impacto negativo en la efectividad de la ayuda y el tipo de aporte que estos recursos pueden dar el crecimiento del país, para la reducción de la pobreza, ya que son recursos que se están sacando de un marco de ayuda para otros intereses, y que para combatir ese fenómeno hay muchas medidas que se pueden tomar. Hay un tema de transparencia, hay un tema de ejecución financiera en el marco de Siafi y hay un tema general que es la impunidad, que en este país debe ser prioritario, debe ser un esfuerzo enorme del gobierno, de la sociedad civil, de los medios de comunicación y de la sociedad en general, porque con este nivel de impunidad no se pueden lograr resultados si continúa esta dinámica perversa.