Tegucigalpa, Honduras-. La remodelación del Aeropuerto Internacional Juan Manuel Gálvez en Roatán refleja un compromiso histórico con la modernización de la infraestructura nacional, convirtiéndose en una obra clave para el turismo y la proyección internacional del país. La fase 1 ya está operativa, consolidando a Roatán como la puerta de entrada de Honduras al mundo
El proyecto contempla una ampliación total de 4,900 metros cuadrados, una nueva y amplia sala de espera que ahora cuenta con capacidad para 1,200 sillas —cuando anteriormente solo ofrecía 480—, además de tres nuevas bandas de reclamo de equipaje que agilizan el flujo de viajeros en una de las temporadas más concurridas de la isla. También se renovó por completo el área de migración, que ahora dispone de ocho módulos para salidas internacionales, lo que mejora la eficiencia y reduce tiempos de espera.
Un aeropuerto moderno
Durante la visita de supervisión realizada por la Presidenta Iris Xiomara Castro, el Secretario Ejecutivo del SAN, Malcolm Stufkens, resaltó que estas mejoras benefician no solo al turismo de la isla, sino también la experiencia del pasajero que utiliza los aeropuertos del país.
A esta transformación se suman 128 nuevos espacios de estacionamiento para vehículos, un lobby de check-in completamente equipado y un nuevo patio de maniobras que facilita el manejo de equipaje y operaciones en tierra. Todas estas obras ya se encuentran funcionando, garantizando que Roatán cuente con un aeropuerto moderno, seguro y capaz de atender el crecimiento sostenido del destino turístico más importante del país.
“La nueva área de migración, seguridad y la sala de espera triplicada vienen a asegurar un funcionamiento óptimo para esta primera fase del aeropuerto Juan Manuel Gálvez. Antes había alrededor de 480 butacas, ahora contamos con capacidad para 1,200, lo que brinda tranquilidad y una mejor experiencia al pasajero. Esta no fue una inauguración, sino una supervisión de la Presidenta Castro, y abrimos esta área porque se acerca la temporada alta con nuevas frecuencias desde Estados Unidos y Canadá”, expresó Stufkens.
El director también resaltó la magnitud de la inversión ejecutada en Roatán, remarcando que la modernización del aeropuerto representa una inversión pública de 811 millones de lempiras entre la fase 1 y fase 2, algo que no ocurría desde hace casi 28 años.
“Estamos hablando de 811 millones de lempiras invertidos en Roatán después de casi tres décadas sin intervenciones. En diciembre concluimos totalmente la fase 1 e iniciamos la fase 2, garantizando la transformación del área existente. Además, se incluye una inversión importante en la pista para reforzar la seguridad operacional y reducir riesgos. Esta apuesta se replica en San Pedro Sula y La Ceiba, donde la inversión total del Servicio Aeroportuario Nacional alcanza los 2,000 millones de lempiras”, indicó Stufkens.
San Pedro Sula y La Ceiba avanzan en su modernización
El proceso de transformación no se limita a Roatán. El aeropuerto Ramón Villeda Morales en San Pedro Sula experimenta una inversión de 1,200 millones de lempiras distribuida en tres etapas. La ampliación de los módulos A y B, el fortalecimiento de las áreas de check-in, seguridad y migración, el rediseño de flujos y el incremento de capacidad operativa son parte de este amplio paquete de mejoras. A ello se suma la remodelación integral de la sala de espera, la modernización del área comercial, la estandarización de pantallas, la ampliación de la plataforma de aeronaves, así como nueva iluminación LED, drenajes reforzados, corredores técnicos y una fachada posterior completamente renovada.
En el caso de La Ceiba, el aeropuerto Guillermo Anderson está la ampliación de su sala de llegadas internacionales para atender a 150 pasajeros, junto al bacheo de pista y rodajes, renovaciones internas y equipo adicional para el Cuerpo de Bomberos.
Un motor para el turismo y la economía
Con estas inversiones estratégicas, Honduras fortalece su competitividad y se prepara para atender la creciente demanda turística, especialmente en destinos como Roatán, donde la conectividad aérea es esencial para el desarrollo económico. Las mejoras no solo dignifican la experiencia del viajero, sino que generan oportunidades, dinamizan la economía local y colocan al país en una ruta de crecimiento sostenido.