Tegucigalpa, Honduras-. La comunidad de Macris School se congregó este sábado en la Basílica Nuestra Señora de Suyapa para acompañar a la Clase 2025 en una emotiva Misa de Acción de Gracias. El acto fue presidido por el capellán de la institución, el Padre Rigoberto Velásquez, quien durante su homilía resaltó la importancia de la fe, la perseverancia y la unión familiar como pilares esenciales en esta nueva etapa que inician los graduandos.
Durante la eucaristía, se elevó una oración especial por cada graduado. Familiares y amigos participaron activamente, entonando cánticos y acompañando con aplausos cada invocación. El ambiente se tornó especialmente emotivo cuando se recordó a generaciones pasadas que, año tras año, han seguido esta tradición.

Participación de la comunidad educativa
El acto contó con la presencia de autoridades del colegio, entre ellas sus cofundadoras, superintendente y director de la escuela. A cada Senior se le entregó de recordatorio un frasco de agua bendita, de parte de las cofundadoras: Mrs. Mónica Weddle y Mrs. Ana Merriam, como símbolo de bendición y guía para esta nueva etapa.
Madres, padres y hermanos de los graduandos también tuvieron un espacio para compartir impresiones. Expresando que: “Están agradecidos con Macris School por haber formado no solo estudiantes brillantes, sino jóvenes íntegros que saben el valor de la comunidad”.

Un legado de 40 años
La Misa de Acción de Gracias forma parte de las festividades por el 40 aniversario de Macris School. A lo largo de cuatro décadas, esta institución se ha caracterizado por ofrecer una educación integral, cimentada en principios católicos y en la búsqueda de la excelencia académica. Este acto litúrgico refuerza el compromiso del colegio de acompañar a cada generación en su crecimiento espiritual y humano.
Al concluir la celebración, los Seniors 2025 entre abrazos, lágrimas y sonrisas, recibieron el cariño de sus familias, docentes y compañeros, en un ambiente cargado de gratitud por el camino recorrido y esperanza por los nuevos horizontes que se abren ante ellos.

Esta ceremonia no solo marcó el final de una etapa académica, sino también el cierre de una etapa formativa que ha dejado huella en cada uno de los jóvenes. La comunidad educativa reafirmó su compromiso con la formación integral, destacando que los principios sembrados en el corazón de cada estudiante seguirán dando fruto a lo largo de sus vidas.
Con el respaldo de 40 años de trayectoria, Macris School se despide de una generación que, sin duda, continuará honrando su legado. Así, la institución celebra no solo el fin de un ciclo, sino el inicio de muchas historias que apenas comienzan, guiadas por el amor, el esfuerzo y la luz de una educación con propósito.