Inspirado por la complejidad del desafío, el Olimpia se enmascaró en una versión muy propia de su rica historia y fue encontrando su mejor forma en el camino tenebroso para sacar su casta ante la adversidad y doblar 3-2 a un Savio que no pudo redondear la faena que planteó durante tres cuartos del partido.
El Toro golpeó primero
Tan tosco como la misma cancha del Sergio Reyes, el León, entre su inefectivo fútbol y el desgaste por suplir la expulsión de Johnny Palacios, parecía ahogarse en la dureza de Copán, pero el atrevimiento de Héctor Vargas y la fineza de sus dirigidos pescaron un triunfo de aquellos que valen oro.
Claro, cómo no, si el Albo siempre tuvo que venir remando desde atrás para bajarle la euforia a un Toro que se mostraba muy cómodo en su terruño y que desde la cintura del primer tiempo empezó a sacar los cuernos para lastimar a los visitantes. Tan fulminante como el propio cañonazo de Víctor Mena, que hizo doble campana en el horizontal de Noel Valladares y que Pastor Mena llegó con la testa para hacer vibrar a los suyos con el 1-0, al 22.
El Cabezón hace honor a su apodo... El nervio entraba en el cuerpo de los Blancos, pero la irritación de la desventaja los hacía arrimar con ímpetu sobre el marco de un Kelvin Castillo que se presentaba de forma descomunal para tapar todo lo que llegaba a su hábitat. Primero (26), volaba para desviar una bomba de zurda de Johnny Palacios dentro del área y luego (35) se aliaba de gran intuición para agarrar otra réplica de Romell Quioto.
Mientras todo eso sucedía, Vargas movía sus piezas para allá y para acá y desde temprano se esperanzaba en el refresco de Pablo Vázquez para recomponer el combate. Y el Cabezón no lo defraudaría...
Después de irse sin pena ni gloria en el primer round, en el amanecer del complemento se levantó de gran forma, le sacó una cabeza a su marcador y con su patente registrada firmó el 1-1 con un certero cabezazo que dejó congelado al meta copaneco.
Savio no deja festejar mucho
Entonces, muchos dirían: “Ahora sí, aparece el único tetracampeón de Honduras...” pero Pablo no terminaba de digerir su felicidad cuando Ángel Pineda aprovechaba una pelota trabajada durante la semana para obligar a Noel al rechazo y desde el propio suelo clavar el 2-1 que ponía a celebrar a Mauro Reyes.
Todos esos hechos alimentaban aún más los ya conocidos movimientos de timón de Vargas, quien no se llenaba de miedo ni siquiera con la roja merecida al central Palacios.
Dos zarpazos letales del León... Entonces, sin el compañero de Fabio de Souza en la zaga, sin un lateral izquierdo nato en el campo y con el marcador mirándolo desde abajo todo apuntaba a que el invicto sería sepultado en Copán, pero, para nada...
Tres minutos de inspiración bastaron para que Roger Rojas y Omar Guerra prendieran el foco y le dieran la vuelta a la película occidental. Otra vez aprovechando su altura, en el 72, Pablo ganó arriba y el Ro-Ro emparejó el historial a dos con un testarazo que dejó a contrapié a Kelvin Castillo.
El León recuperaba la motivación y tres minutos después Omar Guerra agradecía una gran cesión del Choco Lozano para cruzar el definitivo 3-2 y para mantener a los invictos Blancos allá: en lo más alto de la tabla...
