Cada año se pierden casi 1.3 millones de vidas a consecuencia de los accidentes de tránsito. Según la Organización Mundial de la Salud, entre 20 millones y 50 millones de personas sufren traumatismos no mortales, y a su vez una proporción de estas padecen alguna forma de discapacidad.
Los traumatismos causados por el tránsito causan pérdidas económicas considerables a las víctimas, a sus familias y a los países en general. Más del 90% de las muertes causadas por accidentes de tránsito se producen en los países de ingresos bajos y medianos.
Factores de riesgo
Los traumatismos por accidentes de tránsito pueden prevenirse. Los gobiernos deben adoptar medidas para abordar la seguridad vial de una forma integral, lo que requiere la participación de muchos sectores (transportes, policía, salud, educación) y velar por la seguridad de las calles y los caminos, los vehículos y los propios usuarios de la vía pública.
Entre las intervenciones eficaces cabe mencionar el diseño de una infraestructura más segura y la incorporación de elementos de seguridad al decidir el uso de la tierra y planificar el transporte; el mejoramiento de los elementos de seguridad de los autos; y la atención mejorada de las víctimas inmediatamente después de los accidentes.
Velocidad excesiva
El aumento de la velocidad promedio se relaciona directamente con la probabilidad de que ocurra un accidente de tránsito y con la gravedad de las consecuencias de este.
Un peatón tiene un 90% de probabilidades de sobrevivir a la embestida de un vehículo que viaja a 30 km/h o menos; pero esa probabilidad es menor del 50% cuando el impacto se produce a 45 km/h o más.
El límite de velocidad de 30 km/h puede disminuir el riesgo de accidentes y se recomienda en zonas frecuentadas por usuarios vulnerables de la vía pública (por ejemplo, las zonas residenciales y los alrededores de las escuelas).
Además de reducir los traumatismos por accidentes de tránsito, circular a una velocidad baja puede tener otros efectos positivos sobre la salud; por ejemplo, la disminución de los problemas respiratorios relacionados con las emisiones de los vehículos.
Conducción bajo los efectos del alcohol
Conducir cuando se ha bebido aumenta el riesgo de un accidente y las probabilidades de que este ocasione la muerte o traumatismos graves.
Cascos de motociclista
Usar correctamente un casco de moto puede reducir el riesgo de muerte casi en un 40%, y el riesgo de un traumatismo grave en más del 70%.
Cinturones de seguridad
El uso del cinturón de seguridad disminuye de un 40% a un 50% el riesgo de muerte de los ocupantes delanteros de un vehículo, y en un 25% a un 75% el de los pasajeros de asientos traseros.
Distracciones al conducir
Se producen muchos tipos de distracciones que pueden alterar el modo de conducir, pero en tiempos recientes se ha registrado un aumento notable de estas distracciones como resultado del uso de los teléfonos celulares por los conductores.
El envío de mensajes escritos por el celular entorpece considerablemente la conducción; los jóvenes se exponen en particular a los efectos de esta distracción.
Las probabilidades de verse envuelto en un accidente son aproximadamente cuatro veces mayores para los conductores que usan el celular mientras conducen en comparación con los conductores que no lo hacen.
Según la OMS, los celulares con manos libres no son mucho más seguros que los que se llevan en la mano.
Otros datos
Edad:
Los niños y los menores de 25 años representan más del 30% de los muertos o lesionados en accidentes de tránsito.
Sexo:
Desde temprana edad, los varones tienen más probabilidades de verse involucrados en accidentes de tránsito, en comparación con las mujeres.