La doble moral del evejecimiento: Las mujeres frente a los hombres

Las mujeres envejecen bajo presión, mientras que a los hombres se les respeta más con cada arruga. ¿Por qué esta diferencia?

  • 23 de enero de 2025 a las 15:40
La doble moral del evejecimiento: Las mujeres frente a los hombres
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Tegucigalpa, Honduras.- La idea de volverse “irrelevante” a medida que envejecemos se ha convertido en un cliché aceptado. Persiste la creencia de que el envejecimiento debe ser motivo de angustia: una idea enraizada en la noción de que debemos temerlo, enfrentarlo y esforzarnos constantemente por ocultar sus signos.

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Si bien este mensaje sobre el edadismo es recibido por todos los géneros, la sociedad es mucho más dura con las mujeres. Desde una edad temprana, se les enseña a valorar la juventud y la belleza por encima de casi cualquier otra cosa, y esta presión por mantener una apariencia juvenil persiste en todas las etapas de la vida.

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En cambio, a los hombres, especialmente a medida que envejecen, se les suele celebrar por las mismas cosas por las que se critica a las mujeres, como aumentar de peso, mostrar arrugas o encanecer el cabello.

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Para Antonio Escobar, psicólogo clínico, existe una tendencia social a asociar el envejecimiento con el declive en el caso de las mujeres, mientras que en el de los hombres suele verse como un signo de sabiduría, éxito y seriedad.

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La premisa es que las mujeres deberían desafiar de algún modo el curso natural del tiempo. Si envejecen, deben hacerlo con elegancia, luciendo lo más jóvenes posible durante un mayor tiempo.

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En contraste, el valor de un hombre rara vez se basa únicamente en su apariencia. De hecho, los hombres suelen ganar más respeto y reconocimiento a medida que envejecen, mientras que las mujeres tienden a verse relegadas.

Efectos

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La fijación en la juventud y la belleza de las mujeres suele tener consecuencias psicológicas y emocionales. A menudo se les dice, tanto abierta como sutilmente, que su valor reside en su apariencia.

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A medida que envejecemos, esto puede parecer un recordatorio constante de que ya no somos la mujer “ideal” a los ojos de la sociedad.Y lo anterior puede manifestarse en todo, desde la dinámica laboral (donde las mujeres mayores suelen ser ignoradas o subestimadas) hasta las representaciones mediáticas que glorifican la juventud y demonizan el envejecimiento.

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Los anuncios de cremas y tratamientos antienvejecimiento nos bombardean constantemente con mensajes que sugieren que el envejecimiento es algo contra lo que debemos luchar.

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El comentario sobre que pronto necesitaré “cubrir esas canas” lo ilustra aún más.La presión puede ser especialmente asfixiante para las mujeres que tienen entre 30 y 40 años o más, ya que las estrechas definiciones de belleza que dan los medios de comunicación suelen excluir a las que ya no son jóvenes.

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Según el especialista, esta presión “afecta la autoestima, fomenta la comparación constante y genera rechazo hacia su atractivo y valor individual”

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Primero se debe reconocer los prejuicios que enfrentan las mujeres al envejecer, y rechazar la idea de que la juventud es el único estándar de valor.

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Debemos permitirnos envejecer con dignidad, celebrando los logros y las experiencias que cada etapa de la vida conlleva, sin la presión de tener que parecer más jóvenes. Como señala el psicólogo Antonio Escobar, “este cambio de mentalidad implica redefinir el valor, basándose en logros y experiencias, no solo en la apariencia”.

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Además, Escobar sugiere reducir la exposición a contenido que refuerce estándares de belleza poco realistas y practicar el autocuidado por bienestar propio, no por la presión externa. Así, las mujeres pueden aprender a valorarse como hermosas y atractivas, independientemente de los ideales impuestos.

Presión de las redes...

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De acuerdo con el psicólogo clínico Antonio Escobar,
las redes sociales amplifican de manera significativa la presión que enfrentan las mujeres para preservar su juventud.

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Plataformas como Instagram y TikTok perpetúan un ideal estético a través de filtros y retoques digitales, además de promover productos antienvejecimiento, lo cual refuerza la idea de que la juventud es un estándar de belleza casi inalcanzable.

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Lourdes Alvarado
Lourdes Alvarado
Periodista

Licenciada en Periodismo por la UNAH. Content creator, proofreading, desarrollo en medios digitales, visuales e impresos.

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