Usar jeans o pantalones demasiado estrechos o apretados puede, literalmente, entumecer a cualquiera, a juzgar por los resultados de un estudio publicado recientemente por la revista Asociación Medica Canadiense.
El uso continuo de estas prendas puede aumentar el riesgo de sufrir meralgia parestésica, una sensación de adormecimiento, entumecimiento y dolor en la parte lateral y anterior del muslo, tan marcados son sus efectos que, según el estudio, los síntomas empezaron a desaparecer en las mujeres que participaron en él de unas cuatro a seis semanas después de haber dejado de usar la ropa ceñida.
Según la Sociedad Española de Cardiología (SEC), su uso puede favorecer la aparición de problemas cardiovasculares porque dificulta la circulación sanguínea. Y no se refiere solo a los pantalones, también a las faldas, camisetas, camisas, cinturones, las fajas y otra indumentaria ceñida que aumenta la acumulación de toxinas y líquidos y la aparición de coágulos venosos, principalmente en las piernas, que pueden producir infartos pulmonares.
Tome en cuenta
Según la cardióloga española de la SEC, Mar Moreno, se considera ropa ajustada aquella que impide realizar movimientos en forma natural y que, tras haberla llevado unas cuantas horas, deja marcas en la piel.
