La ciudad de Comayagua se convierte cada año en el epicentro de la fe de Honduras, donde cada Semana Santa se congregan miles de locales y visitantes para conmemorar la pasión y muerte de Jesucristo.
La mayor atracción durante esta época en la antigua capital de Honduras son las hermosas alfombras de aserrín que con esmero preparan cada año los lugareños.
La elaboración de estas obras de arte congrega a toda la ciudad y se ha vuelto una tradición imperdible para cientos de personas que viajan anualmente al evento religioso.
La preparación y montaje de las alfombras inicia meses antes, con la selección de un espacio, tema y colores que realzan la devoción cristiana.
En el proceso participan decenas de familias e instituciones que organizan cada detalle para el gran día.
Los artistas locales son los encargados de preparar los diseños que posteriormente son hechos realidad en las calles de Comayagua.
Cada imagen es elaborada a mano por los miembros de las familias, iglesias e instituciones mediante plantillas previamente fabricadas.
La tradición de elaborar alfombras de aserrín fue iniciada en 1963 por Mirian Mejía de Zapata, en el marco del inicio de funciones de la Diócesis de Comayagua.
La tradición ha perdurado por más de 50 años e involucra incluso a los niños, perpetuando así las costumbres católicas comayagüenses.
Cerca de 60 cuadras del casco histórico son adornadas con las coloridas alfombras de aserrín para el Viernes Santo, día en el que el Vía Crucis recorre las calles de la antañona ciudad.
Además de las hermosas alfombras, que se comienzan a elaborar la madrugada del Jueves Santo, la excapital de Honduras cuenta con una rica historia religiosa perpetuada en sus templos, como la Catedral, una de las más antiguas de América.
El antiguo reloj de la Catedral de Comayagua fue construido por los moros durante su ocupación a España alrededor del año 1,100. El Rey Felipe III lo donó a la catedral que entonces era la iglesia de la Merced, donde trabajó por 65 años antes de ser transferido a la Catedral nueva en 1711. Es el reloj de trabajo más viejo de América.
La iglesia de La Caridad fue construida a finales del siglo XVI para evangelizar a los mulatos e indios. En su interior guarda una imagen de Santa Lucía estofada en oro y plata.
Comayagua cuenta con unas 25 iglesias que datan de los siglos XVI y XVIII. Estos templos forman parte de los tesoros religiosos coloniales de Comayagua.
No obstante, las cinco principales iglesias mantienen la categoría de monumentos nacionales.