Un nuevo mercado persa se forma a diario en la salida al norte de la capital.
Decenas de carretilleros y vendedores ambulantes se apropian por la ley del más fuerte del paso peatonal y vehicular de todo el tramo del puente de El Carrizal.
Alrededor de 30 comerciantes informales se han asentado de manera ilegal en la infraestructura, impidiendo con ello la libre y segura circulación de los peatones por la acera.
Como en su casa y sin el menor reparo, los comerciantes extienden sacos, toldos o cajas de cartón o madera a lo largo del carril de ingreso a la ciudad, para colocar sus mercaderías.
La zona que, según los vecinos del lugar, es invadida desde hace un año, es un mercado abierto de frutas, legumbres y verduras.
Sin embargo, algunos vendedores ambulantes le van apostando a la oferta de ropa, calzado y enceres domésticos.
El desorden no solo impera a nivel de peatones. La circulación vehicular es interferida por el abuso desmedido de los vendedores, a quienes no les basta con colocar carretillas o improvisados puestos de venta, sino que han optado por comerciar sus productos desde automóviles pick-up estacionados en plena calle.
Son por lo menos siete automotores lo que acostumbran aparcarse en el carril que se dirige hacia la salida a Olancho, cerrando por completo un 50 por ciento de la vía.
Entre las 4:00 de la tarde y 7:00 de la noche, los mercaderes se instalan en la zona, aprovechando la alta afluencia de ciudadanos y la desidia de las autoridades de poner orden.
Se debe poner orden
Consultado sobre esta nueva invasión, el gerente de Orden Público de la Alcaldía Municipal, Alejandro Agurcia, informó que dentro del plan de desalojo que preparan para el centro histórico, que todas las tardes se convierte en un gran mercado, está la intervención de la salida al norte.
El funcionario reconoció que el creciente problema de invasión de espacios públicos de los carretilleros radica en las pocas oportunidades de trabajo que hay en la capital y el país.
Sin embargo, indicó que no significa que las actividades comerciales se deben realizar de forma desorganizada y mucho menos al margen de la ley.
Agurcia anunció que programarán una inspección en la zona para liberar de vendedores el paso vehicular y peatonal de la zona norte. Dijo que anteriormente se han hecho varios operativos y se han detectado permisos de operación falsificados.
Los resultados de estos operativos generalmente terminan en desorden ya que el lugar es bastante conflictivo.
“Hay serios problemas en este lugar porque las personas siempre que se hacen este tipo de trabajos reaccionan de forma violenta”, recordó. Los fines de semana los problemas se agudizan ya que la invasión de vendedores en carretetillas se triplica.
Según Agurcia, el fenómeno que se da en El Carrizal es el efecto cascada del problema del centro histórico, en el que centenares de vendedores invaden sin control este recinto patrimonial.
Centro histórico continúa siendo tierra de nadie
Los precios de “gallo muerto” con los que los invasores del centro histórico comercializan sus productos acapararon el fin de semana la atención de los clientes. El ala sur de este recinto patrimonial se convirtió una vez más en un enorme mercado libre.
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Ante la falta de acciones por parte de las autoridades policiales y municipales, los
envalentonados comerciantes que ingresan todos los días
dispuestos a todo, hicieron una fiesta comercial.
EL HERALDO dialogó con algunos vendedores quienes niegan el supuesto financiamiento que reciben de políticos para crear caos.
“No seguimos instrucciones políticas, no ha venido ningún color político a ofrecernos dinero para estas acciones, solo queremos vender, lo hacemos por necesidad de trabajar”, declaró Dennis López, un comerciante.
La Alcaldía asegura que el desalojo es inevitable y esta semana deberán definir su ejecución.
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