Desde hace 21 días, María Cantor y su familia dejaron de encerrarse en su casa a las 6:00 de la tarde por temor a la delincuencia.
Esta capitalina residente en el sector Brisas de Suyapa de la colonia Nueva Suyapa, asegura que apenas oscurecía, la colonia se convertía en un pueblo fantasma donde los delincuentes eran los amos y señores.
La tranquilidad que ahora la deja respirar y hasta atreverse a ir a la pulpería después de las 9:00 de la noche se debe a las operaciones que realizan los elementos del Equipo de Tarea Bravo de las Fuerzas Armadas, que han logrado reducir en un 99 por ciento la vorágine de inseguridad que mantenía de rodillas a los habitantes de la colonia.
El despliegue militar de 200 elementos en las calles y el trabajo de 50 soldados que dirigen las operaciones ha logrado detener la ola delictiva que se había apoderado de los cinco sectores que comprenden la comunidad.
Las 35,000 personas que habitan en los sectores Fecovil, El Infiernito, Flores de Oriente, Matute y Portillo han recobrado su libertad gracias a la labor de resguardo que forma parte de la Operación Relámpago promovida por el Gobierno de la República.
El coronel de Infantería German Alfaro, quien dirige la operación en la zona, informó que desde su llegada las cuatro o cinco muertes violentas diarias que se reportaban en la zona se han reducido a una sola.
“Solo se ha presentado un hecho violento el pasado 9 de noviembre cuando pereció un joven de otro sector que ingresó a El Infiernito”, indicó Alfaro.
Los asaltos han desaparecido, el pago del “impuesto de guerra” al que eran sometidos los comerciantes de la zona es un recuerdo y ahora los vecinos circulan durante la noche por las calles sin temor a perder sus vidas o pertenencias a manos de los antisociales.
Las acciones
Los militares han logrado desarticular a tres bandas dedicadas al tráfico de drogas, principalmente crack y marihuana, que eran transportadas en las unidades del transporte urbano de la comunidad hacia los puntos de distribución en los mercados de Comayagüela.
El Equipo de Tarea Bravo brinda seguridad a las colonias Nueva Suyapa, Hato de Enmedio, Villanueva, Suyapa, Prados Universitarios, La Libertad, Las Torres y 17 de Septiembre con un radio de protección de medio millón de habitantes.
Por su parte, el Equipo de Tarea Alfa trabaja en las colonias Kennedy, Residencial Plaza, Residencial Honduras, Jacaleapa, Los Llanos, Alemán, Monterrey, La Joya, San Ángel y sus alrededores.
Los efectivos militares realizan retenes fijos y móviles, registro de vehículos y de personas, patrullajes en callejones y bloques que han reducido en un 90 por ciento los índices de inseguridad en el Distrito Central.
Clamor popular
Pese a este respiro de paz y tranquilidad los habitantes de estos sectores ven con zozobra el futuro incierto que enfrentarán una vez se desvanezca el escudo verde olivo que los protege. Leticia Pérez, habitante de la colonia Nueva Suyapa, afirma que el día que los militares salgan de su comunidad todo volverá a ser como antes.
“Ahora que los soldados nos protegen y que la Policía ha logrado entrar a zonas como El Infiernito, donde mandaban los delincuentes, cuando ya no estén, volverá la delincuencia”, afirmó con cierto temor.
Ante este clamor de la ciudadanía, el coronel Alfaro asegura que ellos no pueden hacer nada pues la medida es temporal y es el Gobierno quien deberá establecer el tiempo que las Fuerzas Armadas estarán en las calles.
“Estas operaciones son intensas por lo que no creemos que puedan ser permanentes, pero esperamos estar el tiempo necesario para que otras secretarías de Estado además de Seguridad ingresen a estos sectores para realizar algunos programas de desarrollo”, aseveró.