Se trata de 54 viviendas ubicadas en el sector #1 B, cercanas a la posta policial, donde la mayoría de familias todavía usan letrinas, pese a que -en muchos casos- el espacio donde fueron construidas no es adecuado y hasta insalubre.
De acuerdo con los afectados, en 2010 el Congreso Nacional aprobó mediante el decreto 253-2010, 16 millones de lempiras para realizar el proyecto en la zona, pero ellos quedaron fuera porque según el patronato 'esta calle no salía en el plano', denunció Juana Rosales, una de las afectadas.
'Ellos comenzaron la calle del colegio (Rafael Pineda Ponce) y dejaron esta calle, que es la principal, sin nada', explicó.
De acuerdo con la afectada, cuando iniciaron la construcción de las fosas sépticas en las calles aledañas, ellos gestionaron para que las 54 casas también resultaran beneficiadas, pero solo les recibieron los documentos y hasta la fecha siguen esperando la ayuda.
'Hemos venido trabajando nosotros, luchando y buscando ayuda, pero no podemos encontrar quién nos ayude', mencionó.
Los vecinos han acelerado todas las gestiones; ellos ya tienen los planos de estudio, topografías, diseño de las calles e incluso el de una quebrada, donde, según los ingenieros que han llegado a evaluar la obra, serían construidas algunos pozos sépticos.
'Metimos los papeles a la municipalidad, tenemos un código donde lo aprobó y metimos papeles a Idecoas (Instituto de Desarrollo Comunitario, Agua y Saneamiento), ahora es una secretaría, pero no hemos podido volver por la pandemia', mencionó Rosales.
Los vecinos a través del patronato de la colonia Villa Nueva han realizados dos solicitudes a la AMDC, la primera con fecha del 26 de julio de 2017 y la segunda el 21 de mayo de 2019.
Y precisamente en el segundo documento menciona que la Alcaldía Municipal les asignó el código 2067 para enviar la obra a licitación, pero solo se ha quedado en papel.
EL HERALDO intentó contactar a Juan Carlos García, primer regidor de la AMDC, quien recientemente recibió la solicitud por parte de los afectados, pero no tuvo respuesta.
Todas las gestiones han sido dirigidas al alcalde Nasry Tito Asfura, quien está al frente de la comuna capitalina desde 2014.“Lo que nosotros buscamos es una ayuda económica (…) No es que pedimos que nos regalen todo, nosotros pondríamos la mano de obra”, sugirió la hondureña.
Según el estudio que realizó el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), para 2017 el proyecto tenía un costo de dos millones siete mil lempiras, pero los vecinos aseguran que a la fecha probablemente cueste más.