El timbre anunciaba un día normal y rutinario de clases en la escuela 3 de Octubre de la aldea Santa Rosa... hasta que un gigantesco lápiz apareció.
“Venimos de EL HERALDO a devolverles unas plantillas de zapatos que llegaron a nuestra oficina, tal vez se equivocaron”, bromeó el simpático sujeto con un grupo de profesores.
“Nosotros -prosiguió don Lápiz- no regalamos calzado, podemos ayudarles con otros recursos, pero zapatos no”.
Pero los docentes entendieron que el enorme individuo con cabeza de grafito trataba de “tomarles el pelo”, pues una empresa como EL HERALDO no podía fallarles.
Además, la enormes cajas en el vehículo delataron la inocentada que intentaba jugarles la mascota de Soli-Diario.
Descubierto y desenmascarado, al amigo fiel de la educación no le quedó de otra que anunciar lo que los maestros ya sabían: “¡La Maratón del Saber llegó con útiles y zapatos!”.
“Llamen a los alumnos, que no nos iremos hasta equipar al último niño”, expresó don Lápiz.
Enseguida, los primeros escolares presentes se entusiasmaron y llenaron de abrazos, apretones de mano y pellizcos al simpático don Lápiz de La Maratón del Saber.
Más aparte del grupo, unos niños conversaban, algo atónitos y desconcertados.
“¿Quién es él? ¿A que vendrá aquí?”, le susurró al oído Irma Reyes a su compañera Mariel Martínez, de primero A, mientras que la profesora les ordenó formarse en fila.
Pero en el mismo instante que las cajas de zapatos se abrieron, recordaron cuando la maestra les sacó las plantillas de sus pies. “¡Gerrard Medina! ¡Yoselin Zapata! ¡Kevin Pineda! ¡Jensi Flores!”, avisaban entusiasmados los docentes, al momento que también don Borrador se unió a la entrega.
Grado tras grado, tanto de la jornada matutina como vespertina, el equipo de Soli-Diario y los docentes de la escuela lograron que unos 400 niños estrenaran nuevo calzado.
Por igual, los escolares recibieron coloridos cuadernos de varias materias.
Contiguo a la escuela 3 de Octubre se ubica el kínder Rolando E. Kattán, que educa a unos 95 niños.
EL HERALDO no podía dejar desamparados a este grupo de responsables infantes, por lo que cuadernos de dibujo y libretas fueron para ellos la sorpresa de la jornada.
Con los útiles en mano, los alumnos hicieron alarde del llamativo diseño y, con una rapidez impresionante, se apresuraron para regresar a las aulas y comenzar a trazar los sueños de sus vidas.
En su décima edición, La Maratón del Saber logró equipar a estos 495 alumnos comprometidos a superarse.