La recolección de todos aquellos materiales que en los hogares son considerados inservibles, se ha convertido en la forma de ganarse la vida de muchas personas en las calles de Tegucigalpa y Comayagüela.
El negocio está en la subutilización que le dan las empresas de reciclaje a la chatarra que luego se reemplaza por productos nuevos.
En la actualidad son centenares de negocios de compra de metales los que han surgido en las principales entradas y salidas de la ciudad y hasta en los barrios y colonias.
Esta industria se ha convertido hace una década en una de las formas de sobrevivir de cientos de familias.
Materiales como el hierro, cobre, bronce, botellas de plástico, y papel, son comercializados en estos negocios que se ha multiplicado como las pulperías.
En la salida al norte, se contabilizan no menos de 50 pequeñas chatarreras. La tendencia en similar en la salida a Oriente y sur de la ciudad.
Fuente de ingresos
En la actualidad, al menos 5,000 personas se dedican a la actividad de recoger desechos en las diferentes áreas de comercialización en las ciudades gemelas. Esta es una actividad en la que muchos de los casos participan todos los miembros de la familia.
“Todos los días recorremos las calles de Altos de la Laguna para buscar latas y botellas de refrescos, para luego irlas a vender a la chatarrera”, comentó doña María Martínez, quien desde hace 30 años se dedica a la recolección.
Según la humilde mujer, cuyo rostro se ha curtido por la inclemencia de los rayos del sol, al día obtiene entre 80 y 120 lempiras con las ventas.
Los ingresos que obtienen por la recolección y luego venta de metales y plástico, depende del peso que lleven a ofrecer a los negocios de reciclaje.
“Por una libra de hierro se pagan 2 lempiras, el bronce cuesta 25 lempiras, el cobre oscila entre los 50 y 60 lempiras, y el aluminio que es considerado el más fácil de recolectar cuesta10 lempiras”, detalló “Sebastián”, propietario de un negocio de chatarra en la salida a Oriente.
Asimismo, las botellas de plástico y el cartón se pagan a
un valor de cuatro lempiras la libra, agregó.
Pero curiosamente, la cantidad de dinero que los negocios pagan por cada libra de material, está sujeta a las regulaciones que tienen las balanzas en donde son pesadas.
Legalidad
El negocio de la compraventa de chatarra es una ocupación en constante auge.
En toda la ciudad, se puede observar fácilmente la proliferación de estos negocios que se pueden encontrar en cada esquina de Tegucigalpa y Comayagüela.
A pesar que en los registros de la Alcaldía Municipal, apenas existen inscritos legalmente 26 establecimientos, cientos de estos negocios han surgido por todos lados.
Es por ello que se puede percibir que muchos de estos negocios operan bajo la ilegalidad.
Las personas que se dedican a tal actividad no permiten preguntas de ningún tipo.
Reporteros de EL HERALDO
por el simple hecho de hacer una fotografía desde la orilla de la calle, fueron objeto de todo tipo de insultos por parte de los dueños y empleados de un establecimiento.
Solución
Rafael Cano, jefe del departamento de Desechos Sólidos de la comuna capitalina, admitió la peligrosa proliferación de estos negocios, que si bien es cierto son la fuente de ingreso de muchas familias, se ha degenerado sin control.
Lo terrible es que el auge ha traído consigo actos de bandalismo y robo, pues muchos han llegado a saquear las tapaderas del alcantarillado público, el cableado eléctrico y las parrillas de las cunetas.
El funcionario informó que existe la preocupación por rescatar el control de la actividad que de momento opera sin control.
Reveló que las autoridades edilicias ya están trabajando en la búsqueda de financiamiento con países amigos para la construcción de una planta de reciclaje que permita la centralización de la compraventa del material de desecho subutilizado.