Tegucigalpa, Honduras.- La estatua ecuestre del general Francisco Morazán, ubicada en la plaza central de Tegucigalpa, pasa por un proceso de limpieza, previo al inicio de las fiestas patrias en Honduras.
La obra patrimonial está siendo lavada bajo estrictos lineamientos del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), a fin de evitar daños posteriores al monumento y a sus placas de mármol, así como a las letras que registran datos importantes del paladín centroamericano.
“Empezamos con el pedestal y la parte de la base del caballo. El tratamiento es para su conservación preventiva. Se utiliza agua y jabón neutro para limpiar la estatua; no podemos profundizar porque la obra es bastante relevante y se debe conservar”, indicó Héctor Gómez, conservador de la Unidad de Restauración de Bienes Culturales y Muebles del IHAH.
“Luego la vamos a encerar para protegerla, porque hay muchas zonas que presentan oxidación en la parte de la cola, la pierna y casi por todos lados”, detalló el experto.
Por su parte, Ernesto Soto, encargado de la restauración del centro histórico por parte de la Gerencia de Turismo, informó que la estatua debe estar preparada para el 1 de septiembre, Día de la Bandera Nacional.
“El objetivo de limpiar esta escultura es que se mire en su máximo esplendor. Para esto se procedió a solicitar apoyo al IHAH para la asesoría técnica y los lineamientos de los materiales que tenemos que utilizar”, detalló el arquitecto.
“Tiene que estar lista a finales de la semana, porque el primero de septiembre tiene que estar terminada”, informó el entrevistado.
Además, la Gerencia de Turismo iluminará la estatua con reflectores. “Se colocará un reflector al este y al oeste de la estatua del paladín”, adelantó Soto.
Símbolo de 140 años
La estatua ecuestre de Francisco Morazán es uno de los monumentos más representativos de la capital y guarda más de un siglo de historia.
El 27 de agosto de 1882, el gobierno de Marco Aurelio Soto firmó el contrato para la construcción de varios monumentos, entre ellos el del general Morazán. Esta obra tuvo costo aproximado de 32,000 pesos centroamericanos, fue promovida por Ramón Rosa como parte del proyecto de modernización de la ciudad.
La estructura fue erigida en la plaza principal de Tegucigalpa en 1883. La escultura, de bronce y a caballo, fue elaborada por el artista francés Léopold Morice, mientras que el diseño arquitectónico del pedestal estuvo a cargo del ingeniero F. Durini.
El 30 de noviembre de 1883, la estatua fue inaugurada oficialmente en coincidencia con la toma de posesión del presidente Luis Bográn. Este acto marcó la instalación de uno de los monumentos más icónicos de Honduras, que desde entonces se convirtió en punto de referencia urbano y político.
Durante más de un siglo, la estatua ha sido escenario de celebraciones patrias, manifestaciones y actos culturales.
Esta estatua cumplió en el 2023, 140 años de inaguaración, reafirmando la importancia histórica del monumento en la memoria colectiva de los hondureños.
La figura del prócer centroamericano sigue en pie en el centro de Tegucigalpa como símbolo de la unión, la lucha y los ideales de integración que defendió Morazán.