La crisis de mando que enfrenta la Policía Metropolitana desde el año pasado, con el cambio de al menos siete titulares en la dependencia, ha debilitado el desempeño de las jefaturas encargadas de brindar seguridad a los 1.5 millones de capitalinos.
Mientras las fuerzas del orden se quebrantan, la violencia se recrudece en el Distrito Central con una tasa de homicidios de 88.2 por cada 100 mil habitantes que está por encima de la tasa nacional de 85.5 por cada 100 mil habitantes.
Según datos de la Policía Nacional, a diario en Tegucigalpa son asaltadas cinco viviendas y durante el año pasado medio millón de capitalinos fueron asaltados al menos en una ocasión.
A la vez, las garras de la extorsión mantienen en jaque las pequeñas inversiones de miles de ciudadanos que se han visto obligados a cerrar sus negocios.
El reflejo de ello es la salida de operación de 60 pulperías y mercaditos, solo en lo que va del año.
En las colonias Las Palmas y Cantarero López, y en la residencial Honduras, estos negocios han pasado a ser un simple dato estadístico, pues se reporta un cierre masivo.
Los vecinos de estos sectores han ejecutado su propio estado de sitio, pues prefieren permanecer callados ante la amenaza de los extorsionadores.
Mientras la Policía trata de recoger las piezas de su institucionalidad, en los 896 barrios y colonias de la ciudad los asesinatos están a la orden del día.
Según el último informe del Observatorio de la Violencia, entre enero a mayo de este año, 457 capitalinos han sido asesinados.
La factura de la violencia parece ensañarse con la juventud, pues el 57 por ciento de las víctimas son jóvenes entre los 15 a 34 años, es decir que un total de 263 jóvenes y adolescentes perecieron de forma violenta.
Además una incidencia de 16 muertes violentas y 14 asaltos al día en los puntos de taxis son las muestras de la lucha desigual que libra la Policía ante la delincuencia común y organizada.
Nueva Distribución
Frenar la alta incidencia delictiva de la capital no es una tarea fácil y requiere de un plan operativo más efectivo, es por ello que desde junio de este año, las autoridades policiales tejen una nueva estrategia de resguardo.
Hoy en día la seguridad de los ciudadanos está a cargo de cuatro Unidades Metropolitanas de Prevención e Intervención contra el Crimen (UMEP), que sustituyeron la estructura anterior de una Unidad Metropolitana de Seguridad que dirigía a siete Distritos Policiales y brindaban seguridad a los 1.5 millones de habitantes de manera conjunta.
Cada UMEP-1 es dirigida por un jefe y subjefe de unidad quienes a su vez tienen a cargo de 1 a 3 Distritos Policiales. Cada unidad es independiente y tiene a cargo un perímetro determinado dividido en cuadrantes.
“Con esta estrategia se pretende optimizar los recursos con los que disponemos y reducir el territorio y población a cargo que tiene cada oficial”, argumentan las autoridades policiales.
La distribución de trabajo se realizará de acuerdo a la incidencia delictiva en cada sector.
En las zonas altamente conflictivas se distribuirán 100 policías por cada 50 mil habitantes; en las áreas conflictivas un policía por cada 700 habitantes y las de menor incidencia 1 policía por cada 500 habitantes.
Empero, la nueva distribución aún dista mucho de alcanzar los parámetros internacionales de un uniformado por cada 350 habitantes.
Además apenas hay un vehículo o patrulla motorizada por cada tres policías, pues actualmente solo existen 92 vehículos y motocicletas para que se movilicen 943 elementos.
Cada UMEP tiene a su cargo más de 400 kilómetros de calle y prácticamente los oficiales los deben recorrer a pie por falta de vehículos.
Pero hasta el momento el nuevo plan operativo no está en ejecución y solo en la UMEP-1 se está aplicando el nuevo esquema, donde se ha dividido el territorio en dos cuadrantes y los oficiales se les ha entregado un celular con dispositivo GPS para vigilar que no abandonen su área de trabajo.
Peligroso avance
Una de las medidas paliativas que ha venido a resguardar a los ciudadanos a falta de una seguridad pública efectiva es el programa Barrios Seguros, promovido por las autoridades de la Alcaldía Municipal.
En el último informe del programa se detalla que se han emitido 230 permisos para instalar portones en igual número de barrios y colonias.
Además se mantienen pendientes de aprobación 150 solicitudes, lo que se traduce en un incremento del 500 por ciento de solicitudes en los últimos siete meses.
Con este programa que permite el cierre de calles se mantienen bajo las rejas unos 300 mil capitalinos que habitan enjaulados para evitar ser víctimas de la violencia.
Un total de 435 portones se han instalado en la ciudad en 230 colonias a un costo de 19.6 millones de lempiras, pues cada portón tiene un costo aproximado de 30 a 40 mil lempiras.
Los dirigentes comunales que lideran este programa aseguran que cada mes se invierten 6.4 millones de lempiras en pago de vigilancia privada para asegurarse que solo se dé pasada a los habitantes de las comunidades cercanas y las visitas autorizadas por ellos.
UMEP-1 vigila el centro de la capital
Comprende cuatro estaciones policiales: El Edén, El Manchén, San Miguel y Barrio Abajo.
Liderada por el subcomisario Otoniel Castillo Lemus, con sede en el barrio Los Dolores, esta entidad policial debe velar por la seguridad de una población estimada en 238,283 vecinos de 181 barrios y colonias.
En estos sectores se contabilizan 50,941 viviendas, 1,172 pulperías, 367 salas de belleza y barberías, 355 restaurantes, 340 comedores y casetas y 4,883 negocios de otros rubros.
Pese a la enorme población que resguarda, la UMEP-1 apenas dispone de 282 policías con un equipo de movilización de 13 patrullas y 20 motocicletas diseminadas en 12 postas policiales.
Sus teléfonos para denuncias son: 2237-8540/ 9999-3101/ 3313-6000.
UMEP-2 en el centro de Comayagüela
Liderada por el subcomisionado Orbin Alexis Galo, es dirigida desde barrio Belén y abarca las estaciones policiales de la Galindo, Campo Cielo, San Francisco, Nueva Capital y El Durazno.
El radio de acción de esta unidad es de 86,527 viviendas de 192 barrios y colonias, donde habitan 454,845 capitalinos.
Además proteger 2,547 pulperías, 338 salas de belleza, 486 comedores y casetas; 621 negocios de servicios técnicos y 4,755 comercios de otros rubros.
La protección de los bienes y ciudadanos descansa en apenas 378 policías, movilizados en 12 patrullas y cinco motocicletas.
Con las cuales deben patrullar los agentes de 22 postas.
Para denuncias, los pobladores deben llamar al 2237-7526/ 3333-5022/ 9461-9999.
UMEP-3 al sur de la capital
Tiene su sede en el barrio La Granja, es coordinada por el subcomisionado Osman Fabriel Díaz Santos.
Comprende las colonias La Rosa, Alemán, Loarque y Nueva Esperanza.
En este sector habitan 286,136 capitalinos en 58,351 viviendas de 184 barrios y colonias.
En estos sectores operan 1,067 pulperías, 237 salas de belleza y barberías; 273 comedores y casetas; 357 negocios de servicios técnicos, 177 restaurantes y cafeterías; más 2,072 negocios de otros rubros.
El enorme radio de acción es vigilado por 161 policías, que solo tienen para movilizarse 6 patrullas y 11 motocicletas para 11 postas policiales.
Los números telefónicos para denuncias son: 2225-6767/ 3399-4735/ 9834-5785.
UMEP-4 resguarda el oriente de la ciudad
La UMEP-4. Dirigida por el subcomisionado Ramón Banegas, estará ubicada en el barrio La Granja y controlará las estaciones de Las Brisas, Loarque, El Tizatillo, Flor del Campo y la zona de El Pedregal.
En apenas 146 agentes policiales recae la responsabilidad de proteger la vida y los bienes de 247,255 capitalinos, quienes habitan en 46,042 viviendas de 92 barrios y colonias.
En este radio de acción hay que proteger 991 pulperías, 201 salas de belleza y barberías, 224 comedores y casetas, 265 negocios de servicios técnicos, 183 restaurantes y cafeterías y 2,228 comercios diversificados más.
Para movilizarse, los agentes solo disponen de 6 motocicletas para cubrir un radio de 300 kilómetros de calles y en 10 postas policiales. Los pobladores pueden hacer sus denuncias al 2228-4800/ 9777-7017/ 9950-0275.
