“Nosotros ahí vamos a morir”, vecina damnificada de la colonia Guillén

Los habitantes de la colonia Guillén denuncian el abandono en que se encuentran por las autoridades luego de ser afectados por un derrumbe que destruyó sus casas

  • 08 de agosto de 2025 a las 16:12
“Nosotros ahí vamos a morir”, vecina damnificada de la colonia Guillén

Tegucigalpa, Honduras.- Con una mirada triste y con los ojos llenos de lágrimas, Locaida Núñez, también conocida por sus vecinos como ”Cayita”, es una señora de la tercera edad que con su voz entrecortada contó su historia después del derrumbe por la falla geológica en la colonia Guillén en Tegucigalpa.

Fue un momento traumático que marcó profundamente su vida y tuvo un impacto negativo en su salud; a causa del estrés y la preocupación de vivir en una zona de alto riesgo sufrió dos derrames. Lamentablemente, ni ella ni su familia tienen los recursos económicos para mudarse a un lugar más seguro en la capital.

Doña Cayita asegura que durante las noches tiene dificultades para dormir, aún tomando somníferos, pero su mayor preocupación es cuando llueve, y según ella, no tiene más opción que dejar en las manos de Dios su seguridad y estabilidad de su casa.

Locaida Núñez o “Cayita” es una mujer de la tercera edad que aún vive en la zona de alto riesgo por dificultades económicas.

“Cayita” le abrió las puertas de su hogar a EL HERALDO para mostrar el lado desconocido de la vida que enfrenta actualmente en la vulnerable Guillén.

Desde su ventana, se pueden observar varias viviendas con fisuras o incluso sin paredes, así como el barranco que se formó por el derrumbe y que se encuentra lleno de basura.

Después de ese día, su vida no fue la misma, la preocupación la invadía todo el tiempo, temía que la falla afectará su hogar y los dejará desprotegidos; debido al problema en su rodilla no puede trabajar o simplemente caminar con normalidad, su forma de movilizarse es en una silla de ruedas, sus enfermedades y el sueldo de su esposo e hijo no les permiten pagar otro lugar para vivir.

La familia Núñez fue una de las que se negaron a abandonar su hogar; Locaida asegura que la única vez que miró al alcalde, Jorge Aldana, este le aconsejó “sálgase madre, porque aquí está peligroso, váyase aunque sea tres días con un familiar para que duerma allá y se viene en el día”.

La vista que tiene Locaida Núñez desde su ventana, donde se puede ver el barranco que el deslizamiento dejó.

Ayuda del estado a los damnificados de la colonia Guillén

Este incidente ocurrió en septiembre de 2022, un día en que la capital fue afectada por fuertes lluvias y raíz de esto se produjo el primer deslizamiento en la zona.

Conforme los días pasaban, la falla geológica se agravó, destruyendo casas y calles de las colonias Guillén Zelaya, Nueva Santa Rosa, Villa Delmi y Cerrito Blanco.

Posteriormente, la zona fue declarada zona de desastre y las autoridades iniciaron el desalojo, habilitando nueve albergues para las personas afectadas.

Unas semanas después del derrumbe, el Congreso Nacional aprobó una ayuda económica a las 600 familias que se vieron afectadas por este desastre, orientada a la creación de un fondo de 10,000 lempiras para cada familia que perdió su vivienda y pertenencias a causa de la falla geológica.

Sin embargo, los vecinos de la zona aseguraron que ese dinero solo se entregó a las familias que abandonaron sus hogares, de lo contrario, no calificaron para obtenerlo.

No obstante, en el informe anual mercado de trabajo y salarios 2023-2024 de la Dirección General de Salarios de la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social (STSS) señala que solo el costo de la canasta básica supera 12,000 lempiras mensuales en el país.

Zona de alto riesgo

Al terminar de conversar con Locaida, llegaron dos mujeres que guiaron al equipo periodístico de EL HERALDO hasta la zona del derrumbe, subieron una larga cuesta hasta un sendero angosto entre algunas casas, las que están delimitadas por un cerco hecho de láminas, el suelo sin pavimentar, lleno de piedras y tierra, muchas de esas viviendas tiene algún problema en la infraestructura debido a la falla geológica.

Pero ese recorrido fue necesario para llegar a la zona afectada, bajaron por unas escaleras elaboradas por los mismos vecinos y que las autoridades querían destruir, informó Xiomara Cruz.

Así es el camino que se debe recorrer para llegar a la zona de desastre de la colonia Guillén.

Las hondureñas Xiomara Cruz y Elsy Navarro fueron las mujeres que confiaron en este rotativo para alzar su voz y denunciar la situación en la viven a diario por tener que vivir en una zona de alto riesgo.

Ellas buscaron ayuda en muchas ocasiones, sin obtener respuesta favorable de las autoridades, denunciaron.

Al llegar al lugar donde todo ocurrió, estaba lleno de monte muy crecido, basura y en algunos lugares hasta escombros de las casas que se destruyeron hace años.

“Aquí es una contaminación horrible, usted, ni a chapear ha mandado la alcaldía”, indicó Cruz, y agregó que son los vecinos quienes se encargan del mantenimiento. Seguidamente, cada una comenzó a contar sus historias y las denuncias que tenían en contra de la actual administración edilicia y la indiferencia con la que son tratados.

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La historia de los damnificados de la colonia Guillén

Tras el derrumbe Xiomara Cruz vivió complicaciones económicas y personales, ya que perdió su casa y su empleo, en varias ocasiones se vio en la necesidad de pedir permiso en la empresa en la que laboraba para poder ir a su vivienda a sacar sus pertenencias antes de que se derrumbara.

Ante su insistencia, la respuesta de su jefe fue: “no, pues si usted no quiere trabajar, se le va a dar el poquito que se le va a dar y vaya descanse a su casa”.

“Miré mis paredes, todas me las quebraron porque quedaron con fisuras grandes, entonces cuando ya no tenía dinero para alquilar, yo le dije a mi esposo, vaya compre madera y volvamos a hacer la casita así y nos pasamos para ahí”, lamentó Cruz.

Asimismo, dijo que las autoridades la única solución que les brinda es que busquen otro lugar donde vivir, y agregó diciendo que ellos están conscientes que viven en una zona de riesgo, pero no tienen la capacidad económica para trasladarse a otro lugar

Por su parte, su hermana, a quien de cariño llaman “Mima” contó que ella fue una de las que perdieron totalmente su hogar en el derrumbe. Las lágrimas recorrían su rostro mientras narraba que ella tiene una enfermedad de base que le causa convulsiones y que el haber perdido sus pertenencias lo agravó.

Tuvo que buscar un nuevo hogar, pero no tenía la capacidad económica de mudarse lejos, así que continúa viviendo en la colonia Guillén, pero en la zona roja o de alto riesgo; también mencionó que se le dificulta el tener el acceso a los medicamentos para tratar su enfermedad por su alto precio.

Actualmente tiene un trabajo informal limpiando una casa y ayudando a la dueña a preparar y vender comida para subsistir.

Por su parte, Elsy Navarro forma parte de una de las pocas familias que no perdieron su hogar, sin embargo, al vivir en el epicentro de la falla geológica, corre el peligro de que se reactive y su casa se vea afectada.

“Hay muchas personas que han muerto debido a ese problema, a causa del estrés, preocupación y deudas”, mientras que otras desarrollaron problemas mentales, indicó.

“Nosotros lo que queremos es que nos hagan muros de contención, pero fuera de la casa de nosotros, no es que nos van a destruir las casas solo porque estamos en la zona roja”, finalizó Navarro.

Los damnificados de la colonia Guillén muestran la zona donde ocurrió el derrumbe en septiembre de 2022.

Villa solidaridad

Todas ellas estaban acompañadas de una adulto de la tercera edad de nombre Filiberto Núñez, quien fue otra de las personas que decidió no abandonar su hogar, aunque también le ofrecían dinero “para que fuera a alquilar, pero es que esos 10 mil lempiras no me sirven a mí” expresó.

“El lugar donde dicen que están haciendo las dichas casas, lo hemos visto y está parado ese proyecto” denunció, esto refiriéndose a la Villa Solidaridad, un terreno donde las autoridades construirán casas para las familias afectadas por el derrumbe.

Según el Director de Control y Seguimiento de la Alcaldía, Benjamín Bustamante, el proyecto de la colonia Villa Solidaridad, estaría ubicado en Villa Alcaldía, a la altura de la salida a Olancho.

Las autoridades afirmaron que les darían una casa gratis a las familias damnificadas de la colonia Guillén, sin embargo, solo han construido menos de un 24% de todo el proyecto.

Bustamante informó que ese porcentaje representa solo dos casas terminadas y 25 iniciadas, también afirmó que el proyecto “se encuentra en la etapa de construcción del sistema eléctrico de la urbanización”, es decir, los postes de energía otros servicios como el sistema de alcantarillado.

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Una razón por la cual la construcción ha tenido dificultades para terminar es debido a lo lejano del proyecto y las complicaciones de los empleados para movilizarse hasta allá, también el clima que limita el acceso a los materiales, declaró Bustamante.

El año pasado, la Directora de la Unidad Municipal de Gestión Integral de Riesgo del Distrito Central (UMGIR), Ingrid Flores, anunció que las primeras casas estarían listas en el primer trimestre del 2025. Sin embargo, a finales del año pasado, cambió la fecha diciendo que estarían finalizadas en octubre del presente año.

En cambio, Bustamante dijo que las primeras entregas serían en diciembre de 2025, dejando así entrever la inconsistencia y han alargado la adjudicación de las viviendas porque aún no han sido construidas.

Los habitantes de la colonia Guillén no pierden la esperanza de obtener una casa digna donde vivir, “tal vez en el nuevo gobierno que venga, tal vez nos resuelve algo”, concluyó Filiberto Núñez, uno de los damnificados de la tercera edad.

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