Tegucigalpa

Manifestantes plagaron de grafiti la capital de Honduras

Contra el derecho de los propietarios, los manifestantes rayaron toda pared que encontraron a su paso, desde el barrio La Granja, el parque El Obelisco hasta el centro histórico de la ciudad

FOTOGALERÍA
02.05.2012

Las consignas laborales de los trabajadores no solo se plasmaron mediante gritos y pancartas. La fachada de los inmuebles y edificios históricos que recientemente habían sido embellecidos fue una pizarra para los manifestantes que salieron a las calles a “celebrar” el Día Internacional del Trabajo.

El patrimonio histórico y cultural de las ciudades gemelas que conforman la capital pagó la cuota de las protestas de trabajadores y sindicalistas.

La tradicional marcha del 1 de Mayo se convirtió una vez más en un atentado contra el patrimonio y la propiedad privada. El vandalismo estuvo presente.

Los manifestantes, con aerosoles en mano, se aprestaron rápidamente a dejar la huella de su incultura e irrespeto en las paredes de los edificios ubicados a los largo del recorrido de la marcha.

Viviendas particulares, negocios y edificios públicos no se salvaron del vandalismo que han venido marcando en la última década las movilizaciones de los sectores sociales.

Las paredes de los edificios y negocios quedaron tapizadas de grafiti y mensajes soeces.

En el centro histórico, las paredes de la iglesia Catedral San Miguel Arcángel, recién remosada; la Casa Ramón Rosa, y la Fundación para el Museo del Hombre Hondureño (FMHH) hasta las viviendas post coloniales fueron rayadas por los manifestantes.

Segundo atentado

El gerente del Centro Histórico de la Alcaldía Municipal, Arturo Suárez, indicó que este recinto patrimonial ni siquiera se había recuperado de los daños a las fachadas que provocó la protesta de los maestros de la semana anterior.

Detalló que en esa ocasión, entre 14 y 18 inmuebles de la avenida Cervantes fueron manchados con garabatos y siluetas en sus paredes.

Ayer no fue la excepción. Las edificaciones que tienen algún significado civil, político o religioso fueron el blanco perfecto de los furiosos marchantes, quienes condenaban el alza a los precios del combustible, la canasta básica y los servicios básicos como la energía eléctrica.

En ese sentido, el Congreso Nacional y las sedes de los partidos políticos, como el Partido Nacional o el Pinu, quedaron plagados de grafiti.

Suárez comentó que debido al furor y agitación que reina, no se pueden realizar operativos preventivos para evitar estas acciones.

“Habría que desplegar a cientos de agentes de la Policía Municipal y Preventiva para blindar todo el lugar. Aún así no sería muy efectivo”, expresó Suárez.

El funcionario explicó que procederán a efectuar una supervisión para cuantificar los daños que dejó la marcha.

Preliminarmente, dijo que la recuperación de los inmuebles del casco requerirá de un millón de lempiras.

Toneladas de basura

Además de todo el daño causado, los manifestantes dejaron a su paso entre 10 y 12 toneladas de basura que tuvieron que ser retiradas por empleados auxiliares de Microbarrido de la comuna capitalina.

La descomunal cantidad de desperdicios invadía las calles y avenidas del trayecto recorrido por los manifestantes.

“La idea es que las calles y la plaza Central quedaran como si no hubiera ocurrido o pasado nada aquí”, declaró Dagoberto Padilla, jefe de las empresas de microbarrido.

Unos 100 empleados, con la ayuda de un camión comprimidor y dos camiones recolectores, trabajaron en la limpieza de la ciudad, recorriendo más de 500 metros, atrás de la marcha.