Tegucigalpa, Hondura.- Varios puentes históricos de Tegucigalpa y Comayagüela aún cumplen su función en medio del tráfico y el bullicio cotidiano, a pesar de que sus estructuras se deterioran poco a poco sin la supervisión permanente de las autoridades locales.
Viejas estructuras como los puentes Mallol, Soberanía y Carías fueron símbolo del desarrollo y la conexión entre ambas ciudades; sin embargo, hoy en día necesitan reparación y mantenimiento urgente.
“Y es que una revisión del concreto casi nunca se realiza, cuando realmente se necesita sobre estas obras”, expresó Luciano Durón, arquitecto urbanista.
El experto explicó que las supervisiones de estos puentes son importantes porque pueden detectarse fallas o rajaduras. “Y es la manera de preocuparse por el mantenimiento de las obras”, señaló el entrevistado.
Además de ser fundamentales para la movilidad urbana, estas estructuras emblemáticas también representan un símbolo de identidad para la ciudad.
Expertos indican que la reparación y restauración de los puentes históricos debe hacerse con un enfoque que preserve su autenticidad y valor patrimonial.
Durón enfatizó que estos puentes deben contar con una revisión periódica: “Bien cada tres años, cinco u ocho, pero se necesita una supervisión constante para garantizar la seguridad de los ciudadanos”.
También mencionó que es fundamental realizar estudios detallados sobre el estado de los puentes, planificar las intervenciones necesarias y emplear materiales y técnicas apropiadas para cada caso.
Por otra parte, estos puentes no solo conectan ciudades; sobre ellos también hay muchos vendedores que han instalado sus puestos como medio de subsistencia.
El puente Soberanía, construido en 1970 en honor a los defensores de la soberanía nacional tras la guerra con El Salvador en 1969, hoy luce abandonado, con sus barandas deterioradas al punto de dejar al descubierto las varillas de hierro corroídas, sin recibir ningún tipo de atención. Además, presenta falta de pintura y, por la noche, permanece pobremente iluminado debido a la ausencia de lámparas.
Lo mismo ocurre con el histórico puente Mallol, que tras dos siglos de historia requiere una supervisión y una intervención en pintura que se ajuste a los lineamientos del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH).
No hay solicitud
El IHAH confirmó que no ha recibido ninguna solicitud formal para intervenir o restaurar estas estructuras históricas.
“En estos últimos meses se han recibido solicitudes relacionadas con las fachadas de la avenida Cervantes, pero no de los puentes Mallol, Soberanía y Carías”, informó Rolando Canizales, gerente del IHAH.
Asimismo, explicó que para intervenir inmuebles históricos se deben seguir los dictámenes del instituto. “El IHAH realiza primero una inspección del inmueble. Luego emite un informe técnico con lineamientos para las obras de intervención. Estos pueden incluir el diseño de la propuesta de restauración”, detalló el entrevistado.
Añadió que el IHAH siempre emite primero lineamientos de conservación basados en una inspección. Estas recomendaciones pueden estar orientadas a la elaboración de propuestas de restauración, reparación o mantenimiento. El propietario del inmueble, una vez informado de los lineamientos, debe presentar al IHAH el diseño de las obras para su aprobación previa al inicio de los trabajos.
Canizales indicó que este proceso puede tomar alrededor de un mes, dependiendo de la carga laboral. “El IHAH tiene muy pocos arquitectos. En Tegucigalpa, solo hay tres, quienes también deben atender los centros históricos de otros municipios y departamentos como El Paraíso, Choluteca, Valle, Olancho y La Paz”, explicó.
También advirtió que los responsables de estos inmuebles pueden recibir sanciones si no se les da ningún tipo de atención.
“Cualquier persona o institución puede ser sancionada por no restaurar inmuebles históricos que estén bajo su cargo. Incluso el mismo IHAH puede ser sancionado si no brinda el mantenimiento adecuado a los edificios o sitios patrimoniales que le competen”, confirmó.