Es la escuela de niñas con cuyo nombre se le rinde tributo al sabio pensador y redactor del Acta de Independencia: José Cecilio del Valle.
Prestigio y calidad son los conceptos que mejor definen a este recinto, que el próximo año arribará a su primer centenario de contribuir con la educación de las futuras profesionales capitalinas.
Ubicado en el popular barrio El Guanacaste, en sus aulas cerca de 900 alumnas se alimentan con el pan del saber.
El éxito conquistado por este centro, de acuerdo a su director Wenceslao Tovar Paz, quien lleva 39 años de fungir en este cargo, es cuidar la palabra escuela y comprender que este vocablo va más allá de significar un centro docente donde se imparten clases.
“Hacer escuela cuesta y nosotros lo hemos hecho, yendo de la mano de las alumnas, los maestros siempre comprometidos en el proceso de enseñanza y los padres de familia que participan activamente de este quehacer”, apuntó.
Semillero
En esta escuela pública a la que asisten solamente niñas no solo se brinda formación académica, sino que el objetivo es descubrir e incentivar talentos. No en vano se ha constituido como un semillero de artistas, donde hay desde oradoras, lectoras, pintoras, guitarristas, cantantes, al igual que escritoras y deportistas.
Con mucho acierto participan en las actividades propuestas por entidades como la Organización de Estados Americanos (OEI), como el reciente concurso de cuentos El Futuro en Nuestras Manos.
El Centro Cultural España continuamente abre este espacio con el propósito de incentivar y motivar a las menores en el hábito a la lectura.
De artistas a artistas
La José Cecilio del Valle se ha destacado por tener un grupo teatral de primera calidad a cargo de la maestra Yanina Aguilar, que desde hace 15 años ha asumido el reto de poner creatividad en cada una de las obras en escena, como la de “Dulcita y el Burrito”.
Un grupo de 30 niñas, integra el coro conformado por guitarra, flauta, güiro y claves. Esta agrupación es un esfuerzo de los padres de familia, pues son ellos quienes pagan las clases a sus hijas.
El cuadro de Danzas Folclóricas de la escuela es otro esfuerzo de los padres, quienes se costean el pago del maestro instructor.
Tampoco se puede obviar la labor que realizan las tutoras, alumnas del sexto y quinto grado, ya que en ellas descansa la responsabilidad de reforzar las clases de las pequeñas con bajo rendimiento en el aprendizaje. Las tutorías se ofrecen para las asignaturas de español y matemática.
Esta escuela también dispone del servicio de odontología, cuya clínica está a cargo de la doctora Ritza Hernández, quien se ha comprometido en garantizar el éxito de la campaña “Cero Caries”.
Dentro de los retos de esta escuela capitalina está el de constituirse en centro básico para llevar siempre calidad educativa orientada a la información y visión.
Formación de calidad
Es así como la misión no ha consistido solo en informar, sino en formar a cada discípula y el efecto multiplicador es notorio, pues son muchas las egresadas que matriculan a sus hijas en la misma escuela donde ellas estudiaron.
La Escuela José Cecilio del Valle cumple con su función educativa basada en la calidad, objetivo que se logra al disponer de docentes muy profesionales y padres de familia que se integran al proceso de enseñanza aprendizaje. En cuanto a la metodología, esta va conforme con cada asignatura.
Para el caso, las clases de español se desarrollan conforme al método comunicativo que le facilita a las alumnas hablar, leer, practicar, analizar, razonar y no quedarse solo con lo que imparte el docente.
La enseñanza de matemática, una de las asignaturas que se caracteriza por su complejidad, se desarrolla a través del razonamiento de problemas y con el apoyo de los textos correspondientes para cada grado.