A 10 kilómetros del casco urbano de San Lorenzo se localiza la aldea de Corinto, una comunidad pobre y abandonada, donde la mayoría de viviendas están construidas de bahareque y techos de nailon. A este rincón pertenece la escuela Gonzalo Mauricio Alvarado, un centro educativo que aún enfrentando múltiples carencias, se esmera en ofrecer educación de calidad a los 150 alumnos que se forman en interior de dos aulas y que llegan de las aldeas El Caimito, Altos de la Cruz y La Fuente.
Hasta esta escuela se trasladó la campaña Soli-Diario, La Maratón del Saber, que junto a la Fundación Buckner Honduras llevó útiles, zapatos y calcetines a los escolares.
Fiesta solidaria
La hora de hacer pasar a la historia los zapatos viejos, rotos y gastados se convirtió en una fiesta para los niños, cuyas condiciones económicas no permiten a sus padres comprarles el uniforme diario ni zapatos ni cuadernos.
Aquí nos encontramos a la pequeña Karla Sarahí Díaz, aventajada alumna del segundo grado.
Su carita morena tostada por los rayos del sol, ojos oscuros y su eterna sonrisa son conocidos por los fieles lectores y empresas que han extendido su solidaridad a La Maratón del Saber, ya que ella ha sido modelo en los anuncios de sensibilización.
La pequeña resultó favorecida con cuadernos y zapatos. Sus pies cansados de caminar dos kilómetros para llegar a sus escuela, no volverán a andar descalzos. Formados al aire libre, cada uno de los alumnos recibieron sus zapatos. Expresiones como “¡Qué bonitos están!” o “¡Me quedan cheques!” no dejaron de escucharse. Igual los útiles escolares llegaron a sus manos.
“Agradecemos mucho a EL HERALDO por hacerse presente a nuestra comunidad con este importante donativo, somos un centro educativo que necesita ayuda, solo disponemos de dos aulas para 150 alumnos y la matrícula cada año crece”, declaró César Menjívar, director de la escuela.
Una vez más, EL HERALDO cumplió con la misión de llevar esperanza y solidaridad.
