TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Al divisar los postes del tendido eléctrico de la calle principal del barrio Bella Vista, unas gruesas madejas de cables restan visibilidad y se vuelven una amenaza para los peatones.
Este sector es apenas el reflejo del histórico problema sin resolver que enreda el sistema público al punto de estar en modo bomba de tiempo.
Pese a las víctimas mortales que han dejado los nudos de cables y las acciones para obligar a las compañías de cables a retirar sus líneas descontinuadas, en lugar de mejorar la situación, el Distrito Central cada vez luce más amarrado a las telarañas.
Según la Empresa Energía Honduras (EEH), en la capital existen 2,599 kilómetros de red de líneas de media y baja tensión. En cada uno de estos apoyos de estructura se ubican hasta 10 cables, que equivalen a 20 o 25 mil kilómetros de red de cableoperadores, esto solo los que están legalmente suscritos.
Son más de 200 puntos identificados como críticos entre los que sobresalen los bulevares. A esta lista se suma el casco histórico y el sector de los mercados de Comayagüela
No obstante, la empresa asegura que no existe norma ni regla ni parámetro alguno que regule a los cableoperadores.
Según Francisco Argüelles, coordinador regional Centro Sur de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, 389 compañías de cables firmaron un contrato de operación y utilización de los postes de la ENEE.
En el contrato se establece que en toda la red de distribución de la estatal no se permitirá la instalación de reservas estratégicas (rollos de cable) en los postes, detalló Argüelles.
No cumplen con el contrato
Hasta la fecha, las cableras no han cumplido en lo más mínimo con la normativa.
“A las autoridades no les importa que estén regados estos cables, son años con este problema ,pero como a ellos no les estorba, no hacen nada”, opinó Karla Ochoa, vendedora de la cuarta avenida de Comayagüela.