TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con cierta timidez reflejada en su rostro, Josué Pavón recuerda, con voz triste, que cuando era un niño en sus primeros años como estudiante de la Escuela República de Honduras recibía malos tratos de parte de sus compañeros por ser no vidente.
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En la actualidad, José tiene 20 años de edad y está cursando el noveno grado en otro centro educativo de la capital que brinda educación inclusiva para que las personas con discapacidad tengan el mismo trato y oportunidad de estudiar que el resto de la población.
En la capital existen algunas escuelas que son totalmente especializadas para atender a niños con falta de alguna facultad física, por lo que los padres pueden matricular a sus hijos y sentirse seguros de que recibirán educación de calidad.
Entre los centros no gubernamentales que se dedican a hacer esta noble labor se encuentran la Escuela Pilar Salinas, el Centro de Educación Básica Especial (CIRE) y el Instituto Psicopedagógico Juana Leclerc.
Escuela Pilar Salinas
Fundada en 1948, esta emblemática escuela ofrece diferentes servicios como educación preescolar, prebásica y básica, desde primero a sexto grado, para niños con discapacidad visual, visual múltiple y sordoceguera.
A pesar de que no cuenta con el nivel secundaria, se esfuerzan por no dejar de la mano a los estudiantes que ya salieron de la escuela,a través del programa “Educa Todo”, con el que buscan seguir ayudando a quienes cursan los grados de séptimo, octavo y noveno en otros establecimientos educativos regulares.
Para matricular a un niño se debe llevar partida de nacimiento original, copia identidad de la persona responsable del menor y diagnóstico médico.
Cabe resaltar que los padres de familia no tienen que pagar nada, porque todo es gratuito; además de ese beneficio reciben herramientas y materiales como bastones, regletas, lápices especiales y libretas impresas con el método Braille para leer.
“La experiencia y la enseñanza son muy buenas, los maestros los tratan muy bien y tienen mucha paciencia”, manifestó Blanca Cerrato, abuela de una estudiante.La Escuela Pilar Salinas está ubicada en colonia Matamoros, detrás del Hospital San Felipe.
CIRE
Por su parte, el Centro de Educación Básica Especial (CIRE) funciona desde hace 47 años para niños con discapacidad auditiva e intelectual y es la única escuela de todo el país en admitir niños con todo tipo de discapacidad.
Ofrece educación prebásica y nivel básico (de primero a noveno grado) y no tiene un límite de edad para aceptar estudiantes.
La Secretaría de Educación les entrega todos los años un presupuesto para que pueden seguir funcionando.Sus instalaciones se encuentran en la colonia Humuya, exactamente en el edificio de la Dinaf. El único requisito que pide la escuela es que el padre de familia acceda a que a su hijo se le realice una evaluación para determinar el rendimiento psicológico y académico.
“Los padres no deben traer ningún tipo de documento, ya que la Secretaría de Educación nos manda para que estas familias no gasten porque su mayoría son de bajos recursos”, agregó Carlos García, titular del CIRE. Además, los estudiantes reciben atenciones en la clínica odontológica, clínica médica, departamento de psicología y trabajo social.
Juana Leclerc
El Instituto Psicopedagógico Juana Leclerc está por cumplir 50 años de atender a niños que padecen de discapacidad intelectual como síndrome de Down, asperger y autismo, entre otros.
Los niños pueden estudiar el nivel prebásico y educación básica en este espacio, igualmente hace un trabajo de inclusión ayudando a los alumnos a que sigan su preparación de secundaria en un centro educativo regular hasta que se gradúen.
Los padres que deseen matricular a sus hijos tienen que presentar partida de nacimiento, fotografías y carnet de vacunación. Aparte, la escuela realiza una evaluación psicológica, pedagógica y de lenguaje para saber en qué grado ubicar al niño.
Además, no cuentan con un límite de edad para aceptar estudiantes. La mensualidad que pagan los padres es simbólica y varía de precio. Se encuentra ubicada en la colonia Los Robles.
