Tegucigalpa, Honduras.- El 25 de enero, Día de la Mujer Hondureña, es una fecha para reflexionar sobre la contribución esencial de las mujeres al desarrollo de la sociedad y a la nación. En los hogares, los campos y las oficinas, las mujeres han sido el motor que impulsa a Honduras.
Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos incansables, muchas enfrentan obstáculos relacionados con la desigualdad de género y la falta de oportunidades, una realidad que aún limita su desarrollo.
En medio de esta compleja realidad, hay claros ejemplos de mujeres que se destacan por su fortaleza, amor y dedicación. Una de ellas es Carmen Martínez, originaria de Yerba Buena, Lepaterique, quien desde los 14 años ha dedicado su vida al cultivo de hortalizas.
A sus 39 años, no solo es madre de tres hijos, sino también una agricultora que ha transformado su esfuerzo diario en un legado que alimenta a muchas familias hondureñas.
“Llevo 25 años cultivando verduras para venderlas en los mercados y las ferias de la capital”, expresó con orgullo.
Su amor por la agricultura se lo debe a sus padres, quienes desde niña le inculcaron el valor del trabajo.
Mencionó que sembrar hortalizas es un arte que requiere amor y cuidado. “Sembrar verduras es como una flor que hay que cuidar y limpiar”, narró mientras fumigaba en una de las parcelas sembradas de brócoli.
Consideró que cada plantita se cuida como una madre protege a sus hijos “lleva bastante cariño y hay que revisarlas para ver qué necesita y qué cuidados debe de dárseles”, mencionó la campesina.
Con manos laboriosas, Carmen cultiva brócoli, repollo, rábanos, lechuga, cebollino y otras verduras que tardan, en promedio, tres meses en estar listas para llegar a los mercados y supermercados de Tegucigalpa y Comayagüela.
Cada planta es el resultado de su esfuerzo y paciencia, y su dedicación representa a miles de mujeres hondureñas que trabajan incansablemente en el campo.
Lepaterique, con su clima fresco y tierras fértiles, es una riqueza agrícola que abastece a la capital hondureña. Sin embargo, la localidad tiene problemas por la falta de buenas vías de comunicación.
La entrevistada aprovechó este día especial para hacer un llamado a la presidenta Xiomara Castro y que considere la pavimentación de la vía principal de Lepaterique, ya que en el invierno se vuelven casi intransitable dificultando el transporte de los productos agrícolas.
“El campo necesita más atención, porque aquí estamos las mujeres luchando para sacar adelante a nuestras familias”, afirmó.
Su mensaje no solo es una solicitud al gobierno, sino también un recordatorio para valorar el trabajo de las mujeres rurales, quienes desde el anonimato contribuyen al desarrollo económico del país.
Mensaje a la mujer
Este Día de la Mujer Hondureña es una oportunidad para reconocer los logros, pero también los retos que enfrentan las mujeres.
Desde los campos de cultivo hasta los centros urbanos, cada hondureña lleva consigo una historia de lucha y esperanza.
Carmen envía un mensaje a sus compatriotas: “Juntas podemos salir adelante con amor y trabajo”.
Este ejemplo es un símbolo de la fortaleza femenina que inspira a generaciones. Su dedicación demuestra que, a pesar de las adversidades, las mujeres son capaces de transformar sus realidades y contribuir significativamente al bienestar de la sociedad y de Honduras.
El reconocimiento a las mujeres no debe limitarse a un solo día. Cada esfuerzo, lucha y logro debe ser motivo de orgullo y acción para construir un país más equitativo y próspero.
Las mujeres de Lepaterique y otros municipios agrícolas son testimonio de que, con amor y esfuerzo, es posible superar las dificultades.
Su trabajo llena los mercados de alimentos frescos, pero también de esperanza y fortaleza para un país que necesita más que nunca su ejemplo.
Que este Día de la Mujer Hondureña se recuerde que el verdadero desarrollo comienza cuando se reconoce el valor de las mujeres, apoyando sus luchas y trabajando por un futuro más justo y lleno de oportunidades para todas.