Falta de invierno
El polvo y el humo, provocado por los incendios forestales y de zacateras que van en aumento en la ciudad, han comenzado a cubrir el cielo capitalino.
El efecto de este mal que se repite cada verano se ve reflejado en la consulta de inhaloterapia del hospital Escuela, donde los casos de afecciones de los menores de edad se han disparado en un 30 por ciento.
Solo en el principal centro asistencial del país, sus autoridades reportan que de 402 casos que se atendieron en febrero pasado, en lo que va de marzo se han recibido 525 infantes con infecciones respiratorias.
En enero solo se reportaron 314 asistencias por enfermedades de las vías respiratorias.
En los centros de salud de los barrios y colonias de la capital, la tendencia de las enfermedades respiratorias en niños y ancianos es similar.
Y es que el humo que se suspende en el ambiente causa irritaciones que dan lugar a infecciones o problemas relacionados con trastornos de enfermedades, particularmente en niños asmáticos, pacientes con bronquitis crónicas enfisemas y otras personas con alta susceptibilidad a infecciones de la vía aérea.
Suyapa Sosa, neumóloga del Instituto Cardiopulmonar del Tórax, indicó que el incremento de infecciones respiratorias se da en menores de cinco años.
“La saturación de humo en la atmósfera provoca enrojecimiento en los ojos, que es el inicio de la enfermedad”, dijo.
En el Tórax se atienden a la semana 113 casos. En lo que va del año se reportan 978.
Las principales afecciones atendidas por los médicos en los centros asistenciales de la ciudad son irritación ocular, obstrucción y secreción nasal, ardor en la faringe, fiebres, dificultad para respirar y la peligrosa tos seca.
Un descuido en el tratamiento de estos síntomas puede desencadenar enfermedades más graves que van más allá de una bronquitis y que pueden convertirse hasta en una neumonía, advierten los especialistas.
La población más afectada son los niños menores de cinco años y los adultos mayores.
Actividad aérea
De acuerdo a datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la bruma aún se mantiene arriba de unos 10 kilómetros de visibilidad, lo que por el momento no representa un inconveniente para la actividad aérea.
Óscar Calona, pronosticador de turno del SMN, aseguró que este fenómeno es normal durante la temporada seca ya que no hay lluvias que disipen el humo ni vientos lo suficientemente fuertes para evitar su concentración.
“Por ahora las condiciones son estables, pero de continuar los constantes incendios a mediados de abril podríamos tener condiciones críticas”, vaticinó.
Las condiciones mínimas para que un avión pueda operar son de cinco kilometros de visibilidad y ahora se mantiene en 10 kilómetros, recordó.
Pero aunque la actividad aérea no sufra ningún contratiempo, las condiciones del clima han comenzado a pasar factura en la salud de los capitalinos.
Arden solares baldíos
Las altas temperaturas de hasta 30 grados que se han registrado en la ciudad han provocado que se registren en el primer trimestre del año 512 incendios de zacateras.
Esta alarmante cifra representa el 75 por ciento de los siniestros en solares baldíos que se reportaron el año pasado.
En 2011 se registraron 683 incendios en predios abandonados. Óscar Triminio, vocero del Cuerpo de Bomberos, asegura que esta alza se debe a la falta de un control riguroso de parte de las autoridades municipales.
“Desde 2010 no se realizan operativos para clausurar solares que son abandonados por sus propietarios, esta es la principal causa de incendios en zacateras”, aseveró.
Los elementos de la benemérita entidad solicitan a la población que proceda a chapear la maleza de sus terrenos a fin de evitar una tragedia.
“Las autoridades municipales deben activar el plan de intervención de predios y sancionar a los propietarios de estos solares que se vuelven tan vulnerables al fuego”, pidió Carmen Salgado, vecina de la colonia América. Ya el pasado jueves un incendio cercano a su vivienda consumió unos 20 carros de una distribuidora.
Ademas de las zonas residenciales, las medianas de los bulevares y del anillo periférico han sido presa de las llamas.
“Conductores irresponsables lanzan colillas de cigarro o basura que al calentarse forman un efecto de lupa que termina en llamas”, detalló Triminio.
Los incendios forestales representan la principal causa del aumento de la bruma.
En lo que va del año se han registrado 85 siniestros, principalmente en las periferias de la ciudad y municipios aledaños como Valle de Ángeles y Santa Lucía.
La única forma en que se disipe el humo es la lluvia y de acuerdo a los pronósticos del SMN, la temporada de invierno en la capital se presentará hasta mediados de mayo o principios de junio.
