Tegucigalpa

Barrio abajo, joya cultural en el corazón de Tegucigalpa

Surgió a la par de la antañona Real de Minas, por sus calles caminaron los indígenas nativos de nuestra capital. Hoy en día conserva intactos edificios de incalculable valor histórico.

01.07.2013

De acuerdo con sus vestigios históricos, el emblemático barrio Abajo surgió a la par de Tegucigalpa.

Sus orígenes se remontan desde antes de la llegada de los españoles. Estudios que realizaron historiadores como Gloria Lara y José Reina Valenzuela detallan que en los archivos de Indias los colonizadores hablan que se establecieron en el cerro Zaposuca, donde hoy se ubica el barrio La Leona.

Pero después de una gran peste los indígenas del pueblo se trasladan a la vega del río, hoy en día el barrio Abajo.

Para la historiadora Daniela Navarrete estos archivos develan que el barrio Abajo se constituyó con los habitantes indígenas originales de Tegucigalpa.

Empero el mestizaje entre indígenas y españoles, así como la llegada de trabajadores negros para laborar en las minas de la entonces Real de Minas, terminó con los nativos.

Pero el barrio Abajo aún preserva gran parte de esta historia, sus estrechas calles y pequeñas casas de dos plantas son una muestra de la desorganización urbanística con la creció.

Fue hasta la Reforma Liberal, entre 1878 y 1880, que el coronel Longino Sánchez inició la organización del sector.

Con esta etapa se levantan los edificios educativos y culturales que le dan forma. Y es en el siglo XX que surge el núcleo habitacional que hoy conocemos.

Patrimonio

Entre los tesoros patrimoniales que alberga el barrio destacan la iglesia Los Dolores, que data de 1732, cuando se puso la primera piedra del templo, pero que se concluyó hasta 1815.

Los Dolores tiene que ver con dos pasajes de la historia; su construcción a instancias del sacerdote Juan Francisco Márquez, quien bautizó en 1972 a Francisco Morazán, es una muestra de ello.

Del antiguo mercado Los Dolores solo quedan los recuerdos, el edificio de dos plantas construido en 1920 cuando era alcalde Camilo Reina fue demolido en la década de los 70 para construir el famoso paso conocido como “Hoyo de Merriam”.

Más adelante se preservan los indicios de otra edificación; el antiguo inmueble la sanidad que se construyó a principios del siglo XX que tenía dos alas separadas por la calle, un imponente edifico de dos pisos con un diseño neoclásico.

Una de las alas fue destruida y se construyó el actual edificio del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), una obra arquitectónica que “rompe con el entorno” Según Navarrete.

En el área educativa destacan las escuelas Estados Unidos y Centroamérica, que funciona en la sede de la antigua Logia Masónica de Honduras, entre otros centros educativos enclavados en sus angostas calles.

En los límites del barrio Abajo con el barrio La Moncada se conservan intactos invaluables edificios como el teatro Nacional Manuel Bonilla y la iglesia El Calvario, que data de 1783.

Más al centro alberga el Palacio de las Comunicaciones Eléctricas, el edificio del Correo Nacional y el Museo para la Identidad Nacional (conocido como el edificio de los ministerios).

Por todas estas huellas de nuestros orígenes es que el barrio Abajo es considerado una joya que tanto autoridades como ciudadanos debemos preservar y recuperar para que sea admirado por las nuevas generaciones.

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