La chinche picuda sigue siendo una seria amenaza en la capital de Honduras.
En los últimos meses, las autoridades de la Región Metropolitana de Salud han identificado la presencia del mortal vector en al menos 50 barrios y colonias de la capital.
La incidencia de casos de personas que encuentran en sus casas este animal transmisor del mal de Chagas obligó a las autoridades sanitarias a crear cercos epidemiológicos de alerta en las zonas. Antonio Canaca, jefe técnico de la Unidad de Vectores de la entidad sanitaria, informó que las lluvias han aumentado la migración del vector a las viviendas de la ciudad, ya que no viven en lugares húmedos.
Sectores como la Nueva Australia, Los Pinos, Villa Nueva, Tres de Mayo y Arturo Quesada están bajo una vigilancia rigurosa.
En alerta
El fin de semana pasado Salud comenzó una jornada de capacitación a unos 30 líderes de patronatos de estas colonias a fin de declararle la guerra a la chinche picuda.
“Con estas capacitación nos volvemos vigilantes de Salud dentro de nuestros hogares para combatir la chinche ”, dijo Carmen Salgado, presidenta del patronato de la colonia Nueva Capital.
Y es que la actividad busca incentivar en la población la erradicación del vector de las viviendas de su comunidad.
“Nuestro objetivo es que la capital entera cuente con las medidas de prevención necesarias para combatir la chinche”, señaló Canaca.
A partir de este fin de semana, cada vivienda será intervenida por medio del rociado de paredes con veneno especial, además de la remoción de enseres viejos y acumulados y colchones donde se puede alojar el vector.
En los sectores de mayor presencia de chinches es justo donde comenzarán los operativos de rociado.
El personal de salud señaló que los capitalinos que posean animales domésticos como gatos, perros o gallinas deben poner mayor atención, pues la chinche se aloja en zonas secas y cálidas.
El año pasado se reportaron 49 casos de capitalinos infectados con la enfermedad.
La chinche picuda provoca la terrible enfermedad del mal de Chagas, que es una inflamación aguda del corazón que lo lleva a un estado crónico y a no bombear más sangre.