Tegucigalpa, Honduras.- El Distrito Central es uno de los municipios de Honduras con mayor riesgo climatológico, debido a la presencia de zonas vulnerables a deslizamientos e inundaciones, principalmente durante la temporada de lluvias.
Ante esta situación, el Gobierno de Alemania ha brindado respaldo financiero como uno de los principales cooperantes en la ejecución de obras de mitigación en Tegucigalpa y Comayagüela.
La Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) confirmó que la inversión total en infraestructura de mitigación asciende a 850 millones de lempiras, de los cuales 500 millones corresponden a financiamiento otorgado por el Banco de Desarrollo de Alemania (KfW), a través de la cooperación alemana.
Estos recursos han sido destinados a más de 37 proyectos enfocados en el control de inundaciones, la estabilización de fallas geológicas, la reducción de la erosión y la protección de barrios y colonias que cada año enfrentan emergencias durante el invierno.
Julio Quiñones, coordinador del Programa de Adaptación Urbana al Cambio Climático del Distrito Central, explicó que el respaldo del KfW permitió estructurar proyectos con mayor alcance técnico y cobertura territorial.
“El financiamiento alemán permitió pasar de intervenciones reactivas a obras planificadas con criterios de recurrencia, análisis de riesgo y soluciones integrales que antes no eran viables con los recursos locales”, afirmó el funcionario.
Durante la administración municipal de Jorge Aldana se iniciaron y concluyeron nueve proyectos de mitigación, entre ellos los desarrollados en Barrio Morazán, sector Los Jucos, Japón, albergue Betania, albergue Las Brisas, Las Colinas, San Buenaventura, Altos de los Pinos y Villanueva, sector 4.
Estas obras fueron ejecutadas en sectores que históricamente registraban daños recurrentes por lluvias intensas, según reportes municipales y registros de emergencias atendidas en años anteriores.
Quiñones indicó que 14 proyectos se encuentran en ejecución y está previsto que concluyan en 2026, ampliando el impacto del financiamiento alemán en zonas consideradas de alta vulnerabilidad.
Las obras en curso se desarrollan en Altos de San Francisco, Altos de los Laureles, Nueva Providencia, Santa Eduviges, Mary Flakes, Los Pinos, sector F, La Izaguirre, sector La Isla, Altos de La Cabaña, El Bosque Berta Cáceres, Miramesí, Suyapa, sector UNAH, Guillén y Nueva Santa Rosa, Villanueva salida a Danlí y Codem.
A estos proyectos se suman seis que ya fueron licitados en esta administración y que recibirán orden de inicio en enero de 2026, con ejecución prevista para ese mismo año.
Las obras licitadas corresponden a Unidad y Fuerza, Nueva Capital, sectores 2 y 3, Villanueva, sector 8, Las Jucas y Los Cobras, mientras que otros tres proyectos están pendientes de licitación para enero.
Entre las intervenciones pendientes se encuentran Flor del Campo, sector La Cantera, Lomas del Norte y Parque El Reparto, los cuales iniciarán en la próxima administración municipal.
Uno de los proyectos de mayor escala se localiza en Barrio Morazán, sector Los Jucos, donde se ejecutó una obra de control de inundaciones diseñada para una recurrencia cíclica de 50 años.
“La obra de Los Jucos responde a estudios hidráulicos que consideran escenarios extremos, lo que reduce significativamente el riesgo para una zona que cada invierno enfrentaba desbordamientos y pérdidas materiales”, detalló Quiñones.
En Miramesí se desarrolla una intervención para la estabilización de una falla geológica y el control de la erosión, mediante la aplicación de tres modelos distintos de infraestructura de mitigación.
Este proyecto es considerado la segunda obra de este tipo en la capital, después de la intervención realizada en El Berrinche, según lo informó la comuna capitalina.
Los albergues de Betania y Las Brisas forman parte de los proyectos financiados con apoyo del KfW y constituyen los primeros albergues diseñados bajo criterios de resiliencia en Honduras.
De acuerdo con el programa, estas infraestructuras permiten la protección de la población y la continuidad de clases en situaciones de emergencia, reduciendo el impacto social de las crisis climáticas.
Quiñones amplió que otra intervención relevante es El Bosque Berta Cáceres, catalogada como la primera obra de adaptación urbana del país, al combinar mitigación de riesgos con recuperación ambiental y uso público del espacio.
“Este tipo de proyectos muestran que la adaptación urbana no solo reduce riesgos, también transforma el entorno y genera beneficios ambientales y sociales medibles”, señaló Quiñones.
En conjunto, las obras financiadas con apoyo del Banco de Desarrollo de Alemania benefician de manera directa a unas 203 mil personas y de forma indirecta a cerca de 300 mil habitantes del Distrito Central, según lo indicó la Alcaldía Municipal del Distrito Central.