Tegucigalpa, Honduras.- Al menos 100 mascotas fueron abandonadas en distintas zonas de la capital durante los primeros seis meses de 2025, según reportes del Departamento Municipal de Justicia de la Alcaldía del Distrito Central (AMDC).
La cifra equivale a un promedio mensual de 16 animales domésticos expulsados de sus hogares.
La mayoría de los abandonos ocurre en lugares públicos como el Hospital Escuela, la Veterinaria del Pueblo, casas de adopción, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y zonas de baja afluencia peatonal, donde no hay cámaras de vigilancia.
Muchos de estos animales terminan vagando por las calles, expuestos a enfermedades, hambre y accidentes. Aunque algunos son rescatados por ciudadanos o grupos voluntarios, la mayoría muere lentamente, sin recibir ayuda.
Uno de los casos más impactantes es el de Campeón, un perro encontrado desangrándose en el centro de Tegucigalpa.
Voluntarios de Patitas UNAH, un grupo que rescata animales en condición de abandono, lo trasladaron a una clínica veterinaria donde se determinó que las heridas fueron provocadas con arma blanca.
“Nos dijeron que no iba a sobrevivir”, relató Daniela Maldonado, voluntaria. Tras varias semanas de tratamiento, el animal se recuperó y fue adoptado por una familia.
El artículo 352 del Código Penal establece que el abandono de animales domésticos en condiciones que pongan en peligro su vida o integridad física es un delito, sancionable con penas que van desde servicios comunitarios de seis a ocho meses hasta multas económicas de 100 a 200 días.
Además, quienes sean encontrados culpables pueden ser inhabilitados por dos años para realizar actividades relacionadas con animales.
Kevin Raudales, auxiliar jurídico del Departamento Municipal de Justicia, explicó que en al menos el 90 % de los casos reportados este año se logró identificar al responsable y aplicar sanciones conforme a la Ley de Bienestar y Protección Animal y la Ley de Policía y Convivencia Social.

“Cuando se trata de una primera infracción, se aplica una multa que puede ir desde un salario mínimo (L5,000). Si es reincidente, la sanción es más alta”, detalló Raudales.
La voluntaria aniela Maldonado hizo un llamado a la población a no abandonar sus mascotas. “Un perrito o gatito no sobrevive en la calle; sufre, se enferma y muere lentamente. El abandono no es un error, es crueldad”, sentenció.