Bajo fuertes medidas de seguridad permanece el centro penal de San Pedro Sula,
al norte de Honduras, escenario de un enfrentamiento que dejó anoche cinco reclusos muertos y cuatro heridos.
Leonel
Sauceda, jefe de la Jefatura Metropolitana II de San Pedro Sula, informó que desde ayer en la noche se retomó el control de la cárcel.
Entre las medidas de seguridad que se tomaron está el traslado de
Amílcar Orellana, coordinado del módulo 25, donde se produjo el enfrentamiento entre los presos.
El
subcomisionado
de Policía dijo que varios sujetos tenían el objetivo de asesinar a
Orellana
y a siete amigos suyos, por lo que fueron trasladados bajo fuertes medidas de seguridad a la Penitenciaría Nacional de Támara.
De los cuatro lesionados, tres tenían heridas leves, y tras ser atendidos en el hospital Mario
Catarino Rivas
fueron trasladados nuevamente a la cárcel.
Mientras que el cuarto reo recibió varios disparos, no de gravedad, por lo que permanece en el hospital bajo custodia policial, aseguró el jefe policial.
Sauceda afirmó que en el centro penal se encuentra una comisión de oficiales enviada por la dirección de la Policía Nacional para que investigue cómo se dieron los hechos y evitar que estos actos violentos se sigan registrando en las cárceles de Honduras.
La
vulnerabilidad
en la seguridad de los centro penales hondureños ha quedado evidenciada con asesinatos, los decomisos de armas y drogas
en su interior, sin que hasta ahora se haya sancionado a sus autoridades por permitir el ingreso de esos
artículos
de uso prohibido para los reclusos.