En la aldea Santa Marta había una muchacha soñadora. Su mayor deseo era graduarse para llegar a ser una buena profesional en la vida.
Pero el domingo su sueño fue arrebatado. Kenia Sauceda, una joven de 16 años, tomó el bus a casa sin saber que su destino no llegaría a su fin.
Sauceda al igual que otros 23 hondureños murieron en el trágico accidente en la salida al sur de la capital de Honduras.
Mayra Sauceda, su tía, la llora amargamente mientras relata las conversaciones que tenía con la joven.
'Tía yo me voy a graduar ya va a ver, me voy a hacer profesional para trabajar' y la frase no termina porque el llanto la interrumpe.
La joven regresaba de Tegucigalpa de comprar su uniforme para ingresar al bachillerato sin embargo su sueño no se cumplirá.
Fue su madre quien le dio el último beso de despedida al dejarla en el bus momento antes de la tragedia.
'Hoy iniciaba clases mi muchacha y un mal tuerce me le quitó la vida', llora su abuelito mientras recuerda los días en que su pequeña se sentaba en su regazo.
La joven es parte de la gran familia que hoy llora a sus muertos.
Ella tambien es prima del alcalde Marvin Matamoros, quien perdió en el percance a dos primos, su nuera y un hijo.
