San Pedro Sula, Honduras.- "Era una persona muy creyente, dio su vida por salvar a un niño", expresó entre lágrimas Junior Chávez, primo del inspector Kevin Anahún Pérez Vargas, quien perdió la vida al lanzarse a un riachuelo en San Pedro Sula para rescatar a dos menores arrastrados por la corriente.
El hecho ocurrió en la quebrada La Primavera, cerca de la colonia Los Arcos, cuando Pérez saltó al ver en peligro a Elvis Eliú Bautista Guillén y a Miguel Umaña, ambos de 11 años. Logró salvar a uno de ellos, pero fue arrastrado por la fuerza del agua.
Su primo lo describió como un hombre íntegro y cercano a los suyos. "Era un gran amigo, gran padre, gran hijo. Siempre será mi héroe", declaró a La Prensa.
Otra de sus familiares destacó que, más allá del uniforme, Pérez era un padre joven y amoroso. "Deja huérfanos a una niña de apenas cinco meses y a un niño de tres añitos", lamentó.
Originario de la comunidad de La Cuesta, en Santa Bárbara, el inspector es recordado por su familia no solo por su vocación de servicio, sino también por su entrega hacia los suyos.
El legado de Kevin Perez
Kevin Anahun Pérez Vargas, de 31 años, fue subjefe de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT) en San Pedro Sula, cargo que desempeñó desde hace un año.
Ingresó a la Academia Nacional de Policía (ANAPO) en 2017 y se graduó como oficial. Posteriormente, amplió sus estudios en Carabineros de Chile, donde obtuvo el título de ingeniero de Tránsito.
Antes de vestir el uniforme policial, trabajó en 2012 como conductor de mototaxi, etapa que un Chávez, su primo, recordó como símbolo de su perseverancia y deseo de superación.
Pérez estaba por graduarse de una maestría en la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH), pues ya había defendido su tesis y esperaba únicamente la ceremonia de investidura.