Las palabras de angustia y dolor del periodista Ángel Alfredo Villatoro se escucharon en la Sala II del Tribunal de Sentencia.
El 12 de mayo de 2012 grabó en video una prueba de vida, tres días antes de ser asesinado por quienes lo secuestraron el 9 de ese mes.
La evidencia pericial fue presentada la tarde del miércoles en el tercer día del juicio oral y público en la causa que se instruye contra seis personas.
El Ministerio Público (MP) acusa por el delito de secuestro agravado a los hermanos Osman Fernando y Edgar Francisco Osorio Arguijo, y a Marvin Alonso Gómez.
Asimismo, el MP acusa a las jóvenes hermanas Katlin Rosibel y Yesica Yamileth Zambrano Ortiz, y al primo de ambas, Marvin Enrique Oliva, por suponerlos responsables del delito de complicidad en el secuestro.
Sevacuó la prueba pericial de un disco DVD que contiene la grabación de una prueba de vida que enviaron los secuestradores
a la esposa de Villatoro, Karla Fonseca, y a una testigo protegido.
Dicha prueba de vida contiene mensajes contenidos en el disco y en la memoria de una cámara de video que los secuestradores dejaron el 12 de mayo de 2012 en una conexión del desvío del anillo periférico a Valle de Ángeles.
Las luces de la sala se apagaron para que los jueces, fiscales, defensores, acusados, técnico, alguaciles y los cuatro del público observaran el video proyectado en una pantalla.
En el mismo se observó a Villatoro cubierto sus ojos con una venda color roja, despeinado, con una camisa militar desabotonada, atado de manos, cabizbajo, con apariencia de estar llorando y visiblemente desmejorado tras tres días cautivo.
“Es inaguantable lo que estoy viviendo (menciona el nombre de la testigo), nuevamente estoy jodido, es inaguantable lo que estoy viviendo, quiero que este video lo vea usted y se lo lleve a mi esposa, ya pacté con los señores secuestradores, que son del crimen organizado, no es ninguna otra cosa, yo quiero que usted sepa, pero solo que usted sepa, que la van a llamar a su teléfono y usted tiene que comunicarse con mi esposa de manera personal, tienen que estar fuera de la casa para explicarle y que vean el video. Me urge que resuelvan esto porque es inaguantable. Dígale a mi esposa que no quiero que la Policía intervenga, que no intervengan los medios de comunicación ni el Ministerio de Seguridad, hable con los medios para que no digan absolutamente nada, por favor, por favor, mi vida está en riesgo, se lo pido encarecidamente por todo el cariño que le tengo y la confianza. A nadie, que esto quede entre usted, mi esposa y yo. Ya lo hemos pactado, son dos millones de lempiras los que piden. Le pido que con la urgencia del caso y sin levantar sospechas, se reúnan”, concluye el corto mensaje de 1 minuto con 21 segundos.
En el fondo se observó una cortina de tela color azul, en un ambiente sombrío. Se presume se grabó en una vivienda de Altos de Santa Rosa, al sur de la capital, donde lo mantuvieron cautivo.
Asimismo, el MP logró recuperar 17 fragmentos de grabaciones cortas en las que se ensayó el mensaje, en algunos de ellos aparece Villatoro sin camisa, con poca luz de ambiente.
“Ando bien jodido, me han torturado, necesito salir urgentemente de esto”, citó en una grabación, que se repetía en otras.
En otras se escuchaban voces de sus captores que le indicaban qué decir, como la suma del rescate, no decirlo a nadie y que la grabación era en horas de tarde.
En otra grabación sintió un mal presagio.
“Si me llega a pasar algo responsabilizo al ministerio de Seguridad, a la Policía y a los medios de comunicación, pido que se excluyan de este proceso porque es inaguantable para mi toda la tortura que estoy viviendo. Ya quiero estar en mi casa”, dijo.
Pruebas científicas
En el juicio, peritos forenses ratificaron actas de análisis científicos de muestras de cabello recabadas en la vivienda de Altos de Santa Rosa.
Los biólogos confirmaron que seis cabellos de Villatoro se encontraron en el piso de la casa.
Asimismo, encontraron 70 cabellos y vellos con características similares de los hermanos Osorio y Marvin Gómez.
Fueron encontrados en un gorro pasamontañas, en el piso de la casa, en una colcha y en una cama.
No encontraron cabellos de las hermanas Zambrano ni de Marvin Oliva.
Igualmente, una microbióloga forense ratificó que en una botella de refresco de plástico y en un vaso de vidrio quebrado se encontró perfil genético, saliva, de Villatoro.
El fiscal José Mejía manifestó que la prueba científica es irrefutable, que confía será valorada por los jueces llegar a la verdad.
Inocencia
Al juicio oral acudieron familiares de los acusados, quienes aseguran la inocencia y que no tienen nada que ver con los delitos.
“Mis hijas no le han hecho daño a nadie, la mayor cuidando a un niño; mi hija, la chiquita, en el colegio, somos personas humildes”, dijo Digna Ortiz, madre de Katlin y Yesica. “Pedimos a Dios que se haga justicia, que los verdaderos culpables lo paguen”, agregó.
Durante el desarrollo del juicio, los acusados lucen atentos al desarrollo del mismo, guardando la compostura, por ratos inquietos por el futuro legal que se definirá la próxima semana con la lectura de la sentencia condenatoria o absolutoria.