Dos jóvenes fueron encontrados ultimados y amarrados ayer dentro de bolsas negras en la aldea Casa Quemada, Cofradía.
Los ahora occisos tenían atados los pies y manos hacia atrás con una soga, con la que supuestamente los estrangularon porque también la tenían liada al cuello.
Pobladores del sector que se acercaron a la escena denunciaron que ese lugar de la carretera al occidente del país, entre Casa Quemada y la colonia San Jorge, “prácticamente se ha convertido en un botadero de cadáveres”.
Entre las pertenencias de uno de los muertos había una billetera con una identificación a nombre de Darwin Adonay Granados Tobar (20), que, se presume, sería la identidad de uno de los fallecidos. La otra víctima no fue identificada, vestía jean azul y camiseta negra.
Dentro de las bolsas, la Policía encontró, además de los cuerpos, un cartel en que se leía que los jóvenes fueron asesinados por ser extorsionadores.
Autoridades de Medicina Forense informaron que los jóvenes murieron por asfixia a eso de las 11:00 pm del martes.
Matan otro guardia
En otro hecho criminal, un vigilante de la hacienda Puerta Negra fue ultimado ayer por desconocidos en el sector de Armenta.
El hombre, conocido en el lugar únicamente como Francisco, era originario de Santa Bárbara.
Un niño llegó a la casa del ahora occiso a las 6:00 am para pedirle prestada una bicicleta, pero al entrar en la vivienda miró a Francisco envuelto en una sábana blanca con manchas de sangre.
El menor salió corriendo asustado del lugar y les dio aviso a sus padres, quienes llegaron a la casa donde se encontraba el cadáver.
Vecinos del lugar informaron del suceso a la Policía para que hiciera la investigación del caso.
San Pedro Sula ha sido catalogada como el espejo de la violencia en Honduras
y comparada por una ONG
Mexicana con la violenta Ciudad Juarez.