El Juzgado Penal de Comayagua dictó este martes auto de formal procesamiento contra el exdirector y tres expolicías penitenciarios de la granja penal ubicada en ese departamento de la región central de Honduras, donde fallecieron 361 personas en el incendio del 14 de febrero de 2012.
Con esta resolución se confirma la posible responsabilidad penal en el incendio y muerte de 360 reos y una mujer, en uno de los peores siniestros que se ha producido en las cárceles de Latinoamérica.
En ese entonces, el director de la granja penal era el inspector Wilmer Obdulio López Irías, a quien se le sigue el caso por los delitos de homicidio culposo y violación a los deberes de los funcionarios. Así mismo, a los policías penitenciarios José Víctor Mejía, Santos Soriano y Rito Yanez Licona.
López Irías tenía unos 42 días de haber sido nombrado en el cargo cuando ocurrió el incendio.
El Juzgado Penal dictó el auto formal de procesamiento en una audiencia inicial, informó el fiscal especial de Derechos Humanos, César Mejía.
Los cuatro imputados se encuentran en libertad con medidas sustitutivas y dentro de 60 días se realizará otra audiencia para fijar el inicio del juicio oral y público.
Aunque un informe de expertos de Estados Unidos reveló que no hubo mano criminal
en el hecho, la Fiscalía Especial de Derechos Humanos ha seguido una investigación en torno al suceso para confirmar si existió dolo y negligencia de parte de las autoridades y custodios penitenciarios en manejar adecuadamente el caso, que conllevara a evitar la gran cantidad de muertes.
El
fuego apocalíptico
inició a las 11:50 de la noche del martes 14 de febrero de 2012, Día del Amor y la Amistad, y expuso las condiciones infrahumanas de la población penitenciaria hondureña.
Incendio en la granja penal de Comayagua